miércoles, 21 de noviembre de 2018

NIÑO CONTENEDOR

NIÑO CONTENEDOR


Un día un niño en clase, prestando atención sobre la importancia de saber escuchar, de interiorizar y de todo lo que necesitan para ir creciendo como persona, dijo:
- Todo esto me parece fenomenal pero, a medida que voy "cubriendo" cursos, más sensación noto de ser un "niño contenedor".
El maestro, desconcertado, no sabía a qué se refería aquel alumno y le preguntó.
... (no pienses en la pregunta, por favor)
La respuesta del niño:
Cuando paseo por las calles, me gusta mirar y en un lugar que, de un tiempo a esta parte, me gusta pararme, es en las zonas de los contenedores y... ¿sabes por qué motivo, Maestro? muy sencillo, porque, cada vez, me parezco más a ellos, me siento identificado.
- ¿Cómo?
Preguntaba el maestro casi que fuera de sí.
- Muy sencillo, aquí estamos para todo lo que queráis, cada maestro con su forma de hacer y en base a eso, pues contenedor verde, amarillo, azul...nuestra opinión, casi que no cuenta o incluso molesta. Para colmo, no tenemos opción de tener una  compuerta por la que, poder echar fuera aquello que, o bien no nos ha llegado y por lo tanto, deseamos que se intente de nuevo o, todo aquello que vemos y no nos parece que nos aporte nada interesante, porque, es verdad, somos niños pero no...
Se nos intenta decorar ¿para qué?


 Que no se os olvide, por favor, que no somos mercancía ni de primer nivel, ni productos para manufacturar, somos personas que desean descubrir que la vida se aprehende cuando la vives. Y queremos que vosotros seáis una parte insustituible en esa aventura.
A partir de hoy, Maestro, cuando pases por un rincón lleno de contenedores, te pido que pienses en mi, que no deseo ser uno de ellos y que, si lo logro, en parte es gracias a tu labor como docente.