¿Puede que estemos intoxicando a nuestros niños con la edad?
En esta ocasión el Genio, tras pasar por nuestras clases, no ha tenido más remedio que tomar nota.
No busca un titular pero sí quiere hacerte llegar lo que hoy, ha vivido en la clase de tu hijo, de tu hija, de un servidor:
Quería hacer un estudio comparativo de clases tempranas, hasta llegar a las últimas de la etapa, pues bien, la conclusión os la quiero ofrecer con todos los deseos que le han ido pidiendo en nuestra historia, la de ellos y yo.
Una clase de 1º de primaria y sus deseos:
- Ser jugador del Atlético de Madrid
- Tener una guitarra eléctrica
- Que todos seamos felices
Aquí el Genio, por más que lo intentó, derramó unas lágrimas (él dice que las lágrimas las crearon los niños porque, cuando duelen los ojos, es decir, la vida, lavan y hacen que uno se sienta aliviado y cuando están muy felices, desean salpicar para contagiar a todas las personas).
- Una pelota para jugar con todos
- Irme a la playa 100 días
- Tener muchos playmóbiles
- Una bicicleta
- Una máquina para hacer slime
- Que nunca se me acaben los deseos
- Tener muchos amigos
- Aprender muchas cosas divertidas en el "cole"
- Compartir mis juguetes
- Disfrutar con todas las cosas
- Dar abrazos
- Ser jugador del Betis
Tras este listado de deseos, no puedo por menos que hacerte un llamamiento a ti que lees:
¡¡¡RECUPERA ESE NIÑO O NIÑA QUE LLEVAS DENTRO!!!
Esta clase me ha demostrado que la inocencia, que la espontaneidad, la gratuidad y generosidad, el desprenderse de lo propio, el pensar más en los demás que en sí mismo, el querer seguir deseando, todo, ese TODO es un legado que nuestros niños no pueden ir perdiendo con la edad, porque les pertenece. Quizá estemos vaciando sus vidas con un materialismo vacío y pernicioso a medida que van creciendo.
Si os pusiera los deseos de otras clases más mayores, os diría que la alarma es más que urgente. Desde los móviles, los juegos de consolas, un cuarto para estar sola... Si no aprendemos a gestionar desde el acercamiento, el razonamiento, los acuerdos y el consenso...
No podemos dejar que esto siga tomando este rumbo y tú mamá, tu papá, tu ... tienes mucho para poder evitarlo. Cree en ti porque te lo mereces pero sobre todo porque ellos quieren, desean y piden a gritos ser niños, no tienen prisas, es más, les encanta qué y quienes son..
Si vieses sus caras cuando "imaginaban" que salía el genio de la lámpara, por un momento lo busqué y, como cuenta la historia, descubrí que ese genio, estaba en cada una de sus expresiones.
Cuando el Genio pasaba por esas clases, les leía los deseos de los más pequeños y tras ese instante, cuánto por escuchar y aprender, tanto ellos como el propio Genio.
Gracias niños porque hacéis que existan genios, que las perchas hablen, que se escuche el mar en clase, que las olas nos hagan bailar, que a un cristal se le pueda poner una tirita, que los pájaros hablen, que...
La segunda parte de la Historia del Genio, ya sabes, dura toda la vida.