LAS VENTANAS DE LOS NIÑOS
Si aprendemos a no pintar lo que imaginan, lo que sueñan, en lugar de parcelarlo, aprendemos de sus momentos, si aprendemos que no podemos llevarles a contemplar nuestras ventanas y, si por el contrario, nos damos cuenta que, acercándonos a las suyas es posible que descubramos todo lo que cada niño y cada niña nos quiere mostrar... sólo entonces APRENDEREMOS a mirar a la Educación con cara de niños. Entonces veremos todo aquello que les interesa.
"La mejor ventana a la enseñanza, es aquella que desea ser abierta cada mañana por un niño"