Andrés comparte su confinamiento
A día de hoy, ocultar que este "Señorito" es de los grandes Maestros de mi vida, sería como querer ocultar el mar con una sábana.
Acabamos de hablar por teléfono y... ¿quién dice que a través del celular no se puede abrazar a otra persona? Es tanto lo que regala que, el verdadero regalo lo tenemos cada persona que, aunque sea un instante, en la semana, como en mi caso, llena una agenda de emociones, porque además es de las personas que me enseña a escuchar, a empatizar, a discutir, a imaginar, a reír, a emocionarme, a asombrarme, a vivir apasionadamente cuando sientes que la motivación te invita a ello y a rechazar aprendizajes de esos que, establecidos, carecen de significatividad para él y que además te lo justifica con una lógica aplastante.
Te dejo que disfrutes con sus palabras y su mensaje, con su PERSONA.
ANDRÉS, ¡¡¡GRAAACIIIIAAAASSSSS!!!