Tras mucho buscar, he tenido la fortuna de encontrar, aunque quizá, no se llame fortuna y si creer que en ellos reside las tantas respuestas que nos negamos a escuchar.
En una ocasión, hubo un encuentro entre los periodistas más reconocidos a nivel internacional, en el que se iba a nombrar al periodista que por sus méritos, formaría parte de aquel selecto grupo de profesionales y expertos.
En las bases de la elección sólo aspiraban al nombramiento cuatro personas. A cada cual se le haría una pregunta muy sencilla:
- Si usted tuviera que elegir a alguien para entrevistar y que, en función a su elección, fuera nombrado miembro de nuestro grupo, ¿a quién seleccionaría?
Uno de ellos dijo:
- Muy sencillo, yo elegiría al presidente de la nación. Porque es quien mejor sabe cómo está la situación de nuestro país.
Todos los presentes se miraban asombrados.
El segundo, cuando fue interrogado, mostró una expresión como de rabia, ya que su opción, ya había sido elegida.
- Yo elegiría a los presidentes de las principales potencias mundiales. Porque ellos son los que pueden hacer por cambiar las expectativas en todos los sectores.
Ante tal respuesta, todos empezaron a anotar.
El tercero, con cara de pocos amigos, se acercó para que le planteasen la cuestión y su respuesta:
- Yo en ese caso, les elegiría a todos ustedes. Porque nadie mejor que ustedes para dar respuesta a cómo está la sociedad actualmente.
Tras la contestación, se oyó un murmullo de admiración ante la respuesta.
Ya sólo quedaba un aspirante. El último.
Al ser preguntado, su respuesta fue:
- Yo elegiría a un niño...
Su respuesta. Deseo y te invito a que la encuentres cada día en tus clases.
No hace falta saber a quién eligieron, ¿verdad?
"Si quieres que todo cambie, no busques la respuesta lejos de los niños"
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