FOMENTAR LA LECTURA
Seguimos con nuestro "libro solitario" y en esta ocasión, nos recreamos en La Tempestad Calmada. , Todo nos hace pensar que Daniela, la lectora, a la que previamente hemos "echado" al pasillo...
(ojalá que cada maestra y maestro que haga eso como "castigo" sea capaz, al final de su jornada, de descubrir qué disparate ha cometido con esa niña o niño. Porque además está más que comprobado que esos periodos de soledad, lejos de servirles como estímulo y llamada a la reflexión, lo que fomentan es la incomprensión y la soledad) pues eso, echado al pasillo y mientras, hemos preparado la situación de la lectora.
Ella entrará, continuará con la dinámica, prosiguiendo la lectura por donde se interrumpió pero verá subida a una silla a su amiga Marta, porque desea ver cómo es leer desde las alturas. Nada más lejos de ello, porque Marta le hará descubrir a Daniela y a toda la clase que, cuando se alcanza cierto nivel de motivación y concentración, se puede llegar a disfrutar de varios acontecimientos al mismo tiempo.
Marta hará de "pompera" y, si te fijas, ambas están radiantes en sus tareas... son capaces de disfrutar de aquello que realizan y de lo que, en este caso, una amiga, le está regalando.
Te aseguro que Daniela no interrumpió su lectura para girarse.
Quizá de las aventuras más apasionantes sea la de descubrir cuánto nos pueden enseñar un grupo de palabras alineadas.
"Ayúdame a querer conocerme porque a leer, aunque tu no me ayudes, aprenderé"