jueves, 17 de enero de 2019

LES QUEDÓ CON LA BOCA ABIERTA

LES QUEDÓ CON LA BOCA ABIERTA

Quizá sea de las lecciones más grandes y bellas, jamás recibida por muchas de las personas dedicadas a la Educación y que, tal vez, lejos de olvidar, intenten hacerla realidad.
En un Encuentro sobre "Cómo interviene, condiciona, motiva, frustra... y qué desean las niñas y niños en un maestro" se encontraban presente, eminencias de todas las ciencias habidas y por inventar. Pedagogos, psicólogos, filósofos, neurocientíficos, psicopedagogos, docentes...
Llegados a un punto, el ambiente estaba alcanzando su clímax en el que, seguramente, cada presente, al salir de allí, tendría las claves para cambiar este paupérrimo sistema educativo con el que les tenemos "condenados pero... decía aquel: "... los finales felices no son los que se leen en algunos libros, sino los que tu haces día a día para que nunca acaben"
Tras la intervención de todas las personas invitadas y entre el clamor de palmas, cuando se iba a proceder a la clausura, ocurrió algo que estaba fuera de protocolo, Una niña de no más de 8 años, se levantó, se dirigió hasta donde estaban esas personas expertas y les preguntó:
- ¿Puedo decir algo?
Como podrás imaginar, el silencio envidió ese momento.
- Gracias (decía la niña) porque aunque soy pequeña, muchas de las cosas que ustedes,hoy, han hablado aquí, las he entendido.
- Gracias porque por fin, asisto a un evento en el que se hable de nosotros y con un lenguaje para nosotros.
- Gracias por esa dedicación e ilusión, empeño y entrega, ya que con todo ello, hacen grande nuestras vidas.
Y así continuó por un breve espacio de tiempo, hasta que cortó el aire con un último comentario:
- Hoy me han hecho sentir grande e importante. He escuchado la importancia de las matemáticas, el razonamiento y la comprensión, el hábito por la lectura, la adquisición de idiomas y del hábito de estudio... pero a mi, nadie me ha preguntado quién, cómo y qué deseo ver en la figura de un maestro.
- ¿Puedo?
Preguntó la niña para pedir permiso y utilizar el cañón.


Tras el visionado, la niña añadió:
- Como habrán podido observar, en un principio, en el video no existe el audio. Muy sencillo, lo eliminé para que mañana, cuando estén con ellos en clase, puedan crear con sus palabras ese ambiente.
Reiterar mi agradecimiento pero, todo lo que he vivido y escuchado hoy, si no viene acompañado de esto, (no me hagan perder más tiempo, ¡¡¡por favor!!!) y dando al "play" los presentes vieron esto:
Si alguien lee y ve este sencillo artículo, le invito a pintar la vida sin colores, a comer sin alimentos, a encadenar ilusiones... porque nuestras niñas y niños, LO MERECEN.