sábado, 19 de enero de 2019

CAPÍTULO TRIGÉSIMO PRIMERO

CAPÍTULO TRIGÉSIMO PRIMERO



"Porque quiero aprender a ver al "Tonucci" que lleváis dentro"

Porque "Frato" es Fidelidad, es la Respuesta, es la Alegría, es la Ternura y el Optimismo. Iniciar así este capítulo es reconocer que no tengo ni idea de cómo poder estructurarlo porque hablar de Él, es aventurarse a hablar de cada niño y niña y eso, al menos para mi, es una tarea imposible.
Puede que al sumar las cinco iniciales sea el compendio de todo aquello que supone creer en la Educación. Al igual "Tonucci" naciste marcado para crear esa revolución que llevas alimentando desde "ayer".
"Frato" sumar la primera sílaba de Francesco y Tonucci, como he dicho antes, llevas 78 años intentando ser lo que encuentras cada día en tu vida, un NIÑO, qué paradoja, quien vive intentando hacerles un hueco en la vida, aunque quizá a ti, no te haga falta intentarlo, aglutinas a toda la Infancia en tu infinita Persona, ¿sabes? creo que además de todo lo que eres, científico, didacta, pedagogo, caricaturista y viñetista, nombrado (y qué no)... en el fondo, lo siento pero se cuál es tu secreto. Tener un procesador de experiencias y voces, de vidas desde las alturas más bajas, eres quien sabe formar el planeta tierra con cada pensamiento de un niño. Y aquí enlazo con el título de este  capítulo.
"Quiero descubrir al Tonucci que cada niño lleva dentro"
Desde "La  Creativita, supunti per un discorso educativo" allá por los 70, sería interminable enumerar toda TU OBRA, opto por hacer mías esas reflexiones para elevarlas desde aquí, a la escuela que tanto amas. Que "toque" a cada compañera y compañero porque como dices:
 " Si alguien puede cambiar la escuela, es un buen maestro"
Tienes ojos de niño y de niña, cuando me adentro en tu vida, llega el momento en el que, al leer que no eras un alumno brillante, brindo por ello, (¡¡¡graciaaaassssssss!!!) porque seguimos empeñados en querer tener alumnos brillantes antes que personas interesantes y singulares.
Comprobar que el aburrimiento y el llanto en tus primeras etapas de la escuela eran sentimientos muy frecuentes, me alarman al pensar en las veces que  pueda ver aburrirse o pueda ver llorar a un niño en mis clases, o quizá no.
"Si la escuela pierde un alumno, lo regala a la delincuencia". Leer esta reflexión, uno se estremece pero lejos de venirse abajo, considero que es un canto e invitación a la motivación y el estímulo para querer aprender a conocerles y a amarles cada día más.
" El niño aprende a callarse y se calla toda la vida..."
En esta ocasión reivindico esa intención de hacer ver que la única voz que no puede silenciarse, precisamente, es la de ellos. De ahí que cuando les escucho, te escucho, es verte en pequeño porque en esa palabra reside el cambio y la verdad de lo que viven y necesitan.
" Los deberes" lo que logran es que las diferencias entre los niños cada vez se acentúen más..." y de verdad que lo único que pretendo en este capítulo, es acercarte a este ser entrañable, a este Tonucci porque creo firmemente que es una forma de conocer, un "poquito" mejor a tu hija y o hijo.
"Si un niño no aprendió, es porque el maestro no ha sabido enseñarle. Después podemos analizar todas las justificaciones..."
Va siendo hora de admitir y reconocer que el aprendizaje, como a día de hoy, se sigue considerando, es un vehículo anquilosado y con poco futuro.
Haces que las palabras de Lorenzo Milani se claven como dagas que deberían hacer sangrar ilusión, entusiasmo, alegría y amor por ellos:
" La escuela parece un hospital para sanos, que rechaza a los enfermos"
Cuando una de las peores enfermedades es la indiferencia hacia quienes más necesitan. Brindo por estar cerca de ellos, que se les entienda y se les acompañe.
Ver cómo dices que la tecnología está invitando a la soledad de nuestros niños, destacas, aún más si cabe, el papel socializador de la escuela.
Alguien leyó en una ocasión, algo que me resultó, cuando menos interesante, ante la siguiente pregunta: ¿En qué piensas al tener en tu mente a Francesco Tonucci?
" Sabe andar como una lombriz, pisar como un hipopótamo, hablar como una mariposa pero también como el león y con la fuerza de una hormiga"
Porque no precisa un vuelo alto, pues sabe que sus miradas están allá abajo, que su caminar va de la mano de ellos, no necesita las prisas de lo precipitado porque sabe que ellos no desean prisas. Sus pasos denotan la firmeza de un corazón y una mente convencida de que la sociedad será mañana, lo que hagamos con ellos hoy. Su forma de hablar, dibuja sus palabras en el interior de lo imposible, con la dulzura y elegancia de la verdad. Pero también sabe rugir cuando el dolor le llega a lo íntimo y eso es porque siente el dolor de los niños como pocas personas. Y su humildad y sencillez, por mucho que Él quiera, le hacen ser una de las personas más importantes en esta vida y en la Educación (¿puede que la que más? yo si lo tengo claro) y en cada comentario, es esa hormiga poderosa en lo accesible.
Quiero dejar abierto este capítulo porque, ¿cómo cerrarlo? dejarlo abierto desde ese sí a la confianza en los niños, ese sí a escucharles, ese sí a las adversidades, ese sí a los muchos lenguajes, ese sí a los últimos.
Esa obligatoriedad, (¡¡¡ojalá!!!) a la lectura en voz alta.
Esa necesidad de los mejores maestros ( y tu, seguro que eres de esas y esos)
Donde una buena escuela se construya desde la vida de sus alumnos.
Sería volverse loco y no parar pero, Tonnucci, te confieso que llevo tiempo descubriendo en cada niña y niño de mis "coles" esa parte de ti que llevan dentro, puede que sea el misterio por el que cada mañana llego a ellos cantando.
¡¡¡Graciaaaaaaassssss "NIÑO"!!!