viernes, 8 de junio de 2018

TERCER CAPÍTULO

TERCER CAPÍTULO


Pensar en ser Niño, me ha llevado irremediablemente a él.
Porque quiero ser Niño es un capítulo sencillo de entender ya que " sólo de los que son como niños, será el reino de los cielos..."
Por favor, una cosa antes de comenzar. Si lo lees, no corras, ellas y ellos no tienen prisas por crecer, por aprender a vivir si y para ello, no deben existir las prisas.
Según la etimología, el concepto de Niño, he de decir que tras mucho buscar y leer sobre el mismo, siento descubrir que ninguna da respuesta a lo que para mi es ser Niño ( y bien sabe Dios que no es con ánimo de presunción ni de arrogancia, el propósito es dejar claro que hay términos que jamás se podrán definir del todo, es tan insondable, tan inabarcable que, le sucede como al Amor).
No es de extrañar que a muchos adultos nos cueste empatizar con ellas y ellos cuando se nos condena a abandonar la niñez a determinada edad. Eso, ¿quién lo marca?
Ser niño puede definirse desde distintos enfoques, corrientes, teorías... según la convención sobre los Derechos de los niños, se entiende que tu y yo, dejamos de ser niños desde que cumplimos los 18 años. Y bendita convención y que poco se le tiene presente.
También puedo acogerme a la evolución psicoafectiva y defender mi postura, ya que se deja de ser niño, cuando la persona alcanza un grado de madurez suficiente para tener autonomía y llegados a este punto, me acojo al derecho que otorga esa autonomía para declarar que, aún no me siento lo suficientemente maduro como para abandonarla. Por consiguiente, me declaro " Niño", quiero esa inocencia que se ve en ellas y ellos.
Y si esto no es cierto ¿por qué todos los días recibo y aprendo lecciones maravillosas de ellas y ellos?¿por qué son ellas y ellos los que me ayudan a hablar sin miedo a confundirme? ¿por qué son las personas que me hacen vivir en un sueño donde al mirarles me veo pequeño? y así hasta un interminable que viaja al infinito más maravilloso.
Continúo buscando y encuentro cómo el término "Niño" se puede atribuir como adjetivo a una persona joven pero, sigue sin convencerme, es por ello que voy a quienes lo saben, ellas y ellos para aprender y contagiar mi vida de quienes son.
Obviamente que mi edad no corresponde con esa etapa de la niñez pero, un día encontré una carta de una persona mayor, muy mayor y de entre ella, retomo algunos momentos:
"... Ser Niño es acostarte con tu edad y levantarte con la de ellos. Es jugar en la vida y no intentar ser quien no eres, no adivinar sin disfrutar"
"...  Ser Niño es sonreír y llorar al mismo tiempo en un parpadeo que, puede durar una eternidad igual que un guiño"
"... Ser Niño es imaginar que tu puedes llegar a serlo y es por ello por lo que en muchas ocasiones, marcamos esas distancias insalvables entre ellas y nosotros. Por no Imaginar que puedes"
"... Ser Niño es querer aprender hasta cómo aburrirse e invitarte a jugar con ellos"
"... Ser Niño es el deseo más maravilloso que he tenido desde que dejé de serlo, aunque el haber sido padre,  por un tiempo me lo devolvió"
" ...Ser Niño es saber soportar desgracias y aún así ser capaz de mirar con amor y tener la capacidad de perdonar"
"... Ser Niño es demostrar que aún en los momentos donde la nada parece que es la dueña de sus vidas, dibujan una sonrisa y la llenan de alegría"....
La carta terminaba así:
- A ti Niña o Niño te pido que ayudes a todas las personas a recuperar su infancia porque sólo así, las calles volverán a llenarse de colores y luz.
Y si el concepto de Niño está ligado a la enseñanza y aprendizaje y por consiguiente, a la escolarización, queda atrás lo que durante siglos se tenía por "adultos en miniatura". Y me resulta impensable no mimar esa " escolarización"
Quiero ser Niño para así intentar contribuir, como ellas y ellos, a vivir en un mundo mejor.


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