SEXTO CAPÍTULO
Quiero amanecer como lo hacen ellas y ellos, porque sólo así sabré qué es saborear la magia de descubrir que la noche se hace mañana y nace la oportunidad de salpicar este mundo con sus ilusiones, con esa energía que, en muchas ocasiones le llamamos " exceso de energía". ¿ Recuerdas cuando tenías su edad? pues eso, después hablamos.
Quiero amanecer como lo hacen ellas y ellos, porque lo hacen con la misma ilusión que viajan los rayos del sol, para que a 300.000 km por segundos, nos brinden en cada amanecer, uno de los espectáculos más maravillosos del mundo, sus sonrisas, es por ello que no sea de extrañar que uno de mis motivos para ser maestro, sea el de amanecer como lo hacen.
Ellas y ellos saben que el sol es el centro de nuestro universo, al igual, cuando sepamos que ellas y ellos son o deben ser nuestro centro, entonces y sólo entonces, todo lo que se elabore, diseñe o planifique, cobrará sentido.
Quiero amanecer como ellas y ellos porque, es la manera tan especial que puedo llegar a tener para aprender a mirar a las personas y de aprender a valorarlas.
Quiero amanecer como ellas y ellos porque, aunque sólo el amanecer dura aproximadamente 8 minutos, son capaces de recrearse en ese espacio de tiempo tan breve y hacer que el amanecer dure toda una jornada.
Porque amanecer es dejar atrás la oscuridad de momentos sin sentidos, sin respuesta a sus inquietudes, porque amanecer como lo hacen, es querer creer que el nuevo día, viene agarrando las asas de la mañana con sus deseos y esperanzas por creer que, en este amanecer comienza una nueva aventura en el capítulo de sus vidas.
Quiero amanecer como ellas y ellos porque con sus amaneceres, llenan nuestras vidas de todo aquello que vamos descubriendo junto a sus experiencias.
Porque sus amaneceres apagan todas las lámparas que quieren crecer desde las dudas y la desgana, encendiendo sonrisas cinceladas, al pensar que hoy, también tenemos la oportunidad de un encuentro.
Quiero amanecer como lo hacen ellas y ellos porque al hacerlo, quiero formar parte de esa sinfonía que sus voces nos regalan, porque al pensar en la Educación, quienes la hacen mayúscula son cada niña y niño que en el abrir sus ojos cada mañana y besar el nuevo día, piensan en ti, Maestra, piensan en ti, Maestro, como, quizá, de los seres más excepcionales y hasta, diría yo, de otro planeta que formáis parte de sus vidas.
Porque la Educación debe nacer cada amanecer con sus preguntas y respuestas ya que, es la forma más bella de dejar que el día se sienta orgulloso de ser el actor protagonista de sus vidas, porque con amanecer como lo hacen se que puedo volar hasta lo más delicado de sus vidas.
Por estos y por "cientos de motivos más" quiero amanecer como ellas y ellos lo hacen.