PRIMER CAPÍTULO
Porque quiero aprender:
Adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio, el ejercicio o la experiencia.
Retener una cosa en la memoria y, llegados a este punto QUIERO aprender a ver que los cordones de mis zapatos no son dos enemigos en férrea competencia, sino dos personas que se quieren , que son amigas que se necesitan y desean crecer juntas, que suspiran y desean abrazarse y que cada uno de sus lazos, es una reivindicación a la vida para demostrar a los adultos que, si bien tardan en aprender a anudar, quizá y solo quizá, sea porque los abrazos de las niñas y niños son VERDADEROS.
A partir de hoy, cuando les veas en un patio del cole o en la plaza, que no te moleste, recréate, hazte partícipe porque, aquello de hacerles autónomos, al igual a quienes debemos hacer autónomos de nuestra forma de pensar, es a nosotros mismos.
Si viajamos al latín, el término da respuesta a "apprehendere" ( ¿lenguas muertas?, lo único muerto en la vida ni siquiera son las personas que se nos van, sino las que viven sin querer vivir y acercarse a los niños) acción de perseguir y atrapar algo. Cómo desearía que quisierais atraparme para decirme que queréis estar en mis clases, que tu conducta, en parte, se debe a la alegría de nuestros momentos.
Aprender que jamás se deja de aprender y que para el cerebro, es una de las funciones más importantes y ojalá que, una de las informaciones que el tuyo fije sea la de aquel pobre loco que intentaba aprender a vuestro lado, descubriendo que la vida es el aprendizaje más maravilloso.
Bailar con la actitud, la adaptación, las habilidades, las decepciones, las destrezas, las experiencias, ver que el aprendizaje TIEMBLA al ver vuestros rostros, sabedor que por más que quiera volar en esta carrera desatada, vosotras y vosotros cruzáis las metas antes de que él lo espere.
Es cierto que, tú, Aprendizaje, JAMÁS te cansarás de aprender, porque se lo debes todo a ellas y ellos.
Porque este libro terminará con el prólogo.
