En estas semanas continuamos con la emoción de la sorpresa y en muchas ocasiones, la mejor sorpresa es la que nos enseña a esperar.
Decir que, sin la implicación y complicidad de vosotros, familias de sexto curso, esto habría sido imposible. Así todo es mucho más sencillo aún.
Bajamos las persianas, ambientamos la clase con música, se hace el silencio, se crea un clima de expectación y todo fluye.
Se enciende la pizarra y aparece un texto sobre "Alguien" que, en esos momentos, ni saben a qué se refiere, para qué es, en qué consiste, qué sentido tiene, cómo se ha hecho, hacia quién va destinado... al igual son muchos de los interrogantes que, dentro del sistema educativo deberían plantearse aquellas personas que tienen la temeridad de hablar de intento de pacto educativo sin contar con ellos y ellas, al igual serían muchas de las cuestiones que nos deberíamos plantear a la hora de una evaluación y no tanta ( me lo guardo por respeto a ellas y ellos)
Es una dinámica sencilla. Un recorrido por sus vidas y que se vean, que se lean, que se sientan, que "mamen" qué es sentirse observados y admirados ( y no criticados y señalados), qué se agiten en sus adentros, que se emocionen, que se vean protagonistas de lo que les pertenece y merecen.
200 ( cero unidades, cero decenas y dos centenas, es ABN?, malditas modas) diapositivas en una presentación hecha desde la más profunda admiración, cariño y entrega. Y a ellas y ellos, hoy les he dicho que es lo menos que se merecen, que no es valorar lo que han visto sino quiénes son.
¿Puedo decir que uno se siente enamorado de sus miradas? ¿ puedo decir que me encantaría verles otro año más en el cole? pues lo estoy haciendo. Aunque esto último que no se tenga en cuenta.
Cambiaréis de etapa, ojo, de etapa, nunca de PERSONA, continuad formando ese ser maravilloso que lleváis dentro y que, como un día os pedí:
- Por favor, cuando tengáis una ponencia, un congreso ... ¡por favor, invitadme!
Ver sus expresiones es como ver al hielo abrazado al fuego y desde sus sonrisas creer que es posible hacer un sistema para ellos y no sin ellos. Es hacer gritar qué grandes personas son, es querer que los tiempos no pasen ...
Una de las mayores atrocidades de esta vida, es no querer escucharles y aún, a día de hoy, "la sordera" cada vez se hace más inmensa.
Familias, gracias por vuestra confianza y a vosotros, niñas y niños, gracias por permitirme aprender y crecer a vuestro lado.
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