lunes, 5 de marzo de 2018

CUANDO DOS ADVERBIOS DE TIEMPO GRITAN QUE NO ES MOMENTO DE ELLOS

"Cuando dos adverbios de tiempo gritan que el momento no es de ellos”


Ya vimos el después y el antes en las vidas de nuestros niños.
Son adverbios tan maravillosos que declaran abiertamente que el tiempo no es, ni de uno ni de otro. Es el momento de nuestro amigo AHORA.
Es el momento de abrazar
Es el momento de aprender
Es el momento de escucharles
Es el momento de llegar al cole cantando
Es el momento de dejar las prisas
Es el momento de dejar de “utilizar” a las familias a nuestro antojo
Es el momento de que las familias sepan cuál es su lugar
Es el momento de que familia y escuela, de verdad, se abracen
Es el momento de querer seguir creciendo
Es el momento de dejar” la Cofrafia” de la queja ( como dice mi Seño)
Es el momento de abandonar los miedos
Es el momento de contagiar y no de infectar
Es el momento de agradecer al “ antes y al después “
Es el momento de sus
“AHORAS”
Es el momento de respirar emociones, las suyas
Es el momento de darnos la mano y dejar modas
Es el momento de decir que merecen un sistema de calidad donde el eslogan sean ellas y ellos
Es el momento de dejar que los sueños sean los suyos
Es el momento de dejar de comenzar las clases sin preguntarles cómo han dormido
Es el momento de creernos que tenemos el trabajo más maravilloso del mundo porque ellos así lo hacen
Es el momento de tú AHORA, del mío pero sobre todo del tuyo:
María, Juan, Miguel, David, Carmen, Ana, Maria del Mar, Javier...
Es el momento de convencernos que, si todos ponemos la vista en un mismo norte, ( gracias Seño una vez más) al igual los puntos y aparte que no he puesto, sea porque sus vidas están llenas de un infinito al que ni tu ni yo, tenemos derecho de cercar.
AHORA, te animas? 
Cada vez que les digo que soy un privilegiado, cada vez lo creo más profundamente, cada vez me hacen creer que existen personas como Maria del Mar que crecen tanto porque ellas y ellos lo piden a gritos, porque lo pedís a gritos porque os lo merecéis TODO.
 Desde aquí "Seño" gracias por creer en ellos.

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