LA CONSULTA DE LA NIÑA
La niña le consultó a su maestro:
- Quiero saber si cuando sea mayor, seguiré con el deseo de ser Maestra.
El Maestro, tras un instante, le enseño unas imágenes y le preguntó:
. Hija, ¿a qué te recuerdan?
- Maestro, esta grandiosidad de la naturaleza, no se con qué asociarla. Me recreo en ella y la disfruto.
El Maestro, repuso:
- Pues bien dices, sólo te queda una cosa. Cuando sepas ver que la sonrisa de una niña o un niño, está siempre por encima de cualquier paisaje, entonces y sólo entonces, estarás lista para ser una gran Maestra.
- Nada hay comparable a eso y por ello la Naturaleza, se "empeña" en hacernos disfrutar de ella al tiempo que,en cada mañana y en cada atardecer, si sabes escucharla, siempre entona voces de niñas y niños.
Quizá sea la sonrisa de tu hija la que te hace ver lo que tienes delante.
Puede que sea la obra más bella por contemplar y la que más te ofrece siempre.
Jamás intentemos ocultar el Sol.