Un día más, aprovechando el caudal de sensaciones que transmiten, hoy quería probarles y por enésima vez, me vuelven a enseñar, me vuelven a demostrar que sus aguas son cristalinas, cada una de un"color" pero transparentes.
Hoy en la clase de sexto, nos encontramos con la distribución en cuatro filas, 24 personas. Las filas impares serán rígidas, las pares serán las que tengan que desplazarse.
Rígidas son las filas que no se mueven de sus asientos y las pares son las que a la señal, van rotando con el fin de estar todos con todos. La intención es hacerles ver lo maravilloso que resulta entablar conversación y estar sentado al lado de alguien con quien, en casi 9 años, no lo he estado. Fuera prejuicios de mayores, rencillas entre iguales y se trata de seguir descubriendo lo fantástico que resulta el comprobar que soy capaz de hacer las cosas.
Pueden hablar de lo que deseen.
A todo esto les comento que, es posible que cuando pasen a la ESO no caigan en su clase con quienes quieren y es la oportunidad de ver que lejos de resultar una tragedia, es muy interesante conocer a otras personas porque al mismo tiempo, te vas conociendo a ti mejor. Que los círculos cerrados siempre lloran cuando no se pueden abrir y así en un ambiente de tensa calma.
La dinámica tiene otra particularidad. Hablando por parejas oiréis decir:
- Sólo quiero que se escuche la conversación entre "tal y tal".
En ese momento se hace el silencio y sólo se escucha a los mencionados.
De ahí el nombre de la dinámica. Sentido del ridículo.
Iniciamos la actividad no sin antes "condicionarles" diciéndoles que aquella pareja que no esté manteniendo una conversación, se elimina y eso no está ni bien ni mal porque, aunque es una dinámica dirigida, ellos tienen la posibilidad de elegir siempre, estar dentro o no.
Ya os digo que nadie se ha salido y que cuando se oía decir:
-Quiero que sólo se escuche a "tal y tal" era para verles, todo era dirigir sus miradas hacia esa pareja para verles, aprehenderles, animarles, escucharles, reir...
El resto de la actividad transcurre con el "cambio" y a esa señal, se va cambiando de pareja.
Todo era una fiesta. Indirectamente y sin que ellos lo supieran, estábamos trabajando la predisposición, importancia y fomento de la escucha y de verdad que ha sido una pasada, no se oía a nadie y entre tanto, les decía:
-Pandilla de cotillas.
Si eso lo puede decir y publicar es porque hacen que me sienta como uno más en sus clase. Porque les veo sus caras y porque desde el cariño y respeto así se lo hago llegar. Y si a alguien molesta, que me disculpe.
De verdad, no se escucha nada, sólo a quienes nombro y ahí comienza lo bueno y lo no tan bueno. Dejan de ser amigos para convertirse en periodistas. Se quedan paralizado, todos en clase me están mirando y escuchando. Quiero que aprendan a sentirse protagonistas de sus vidas y que la espontaneidad y naturalidad les acompañe siempre.
No sabían cómo reaccionar y me gustaría que recordasen este tipo de actividades para que puedan aportar a sus vidas lo bello que es descubrir que se puede y que cuando soy protagonista, debo disfrutar al máximo, saber que es mi momento y que debo exprimirlo, igual que cuando lo es un compañero o compañera.
Tras la dinámica, pasamos a la unidad y, si hubiéramos tenido tres horas, tres horas que habríamos estado disfrutando.
Graaaaaciaaaasssssss.
