LA MAESTRA ANA
Hace una semana empezamos un pequeño proyecto con la clase de cuarto. "Soy maestra durante 10 minutos"
Cada día, un compañero será el que inicie la clase, acontecimiento que se le comunica la semana anterior. Ese momento es para poderlo disfrutar de por vida, cómo esperan a ser nombrados como "el siguiente" maestro. Casi que ni respiran.
Uno de los objetivos es como siempre, intentar que la motivación sea el punto de partida de todo lo que esté relacionado con ellos.
Aunque para ser sincero, el objetivo más importante es lograr aprender de ellos.
Hoy Ana ha sido la Maestra.
Sin decirle nada, ha traído preparada su sesión, se ha sentado en la silla de la maestra y ese espacio se ha llenado como nunca. Pero además, el respeto de toda la clase ha sido maravilloso.
Qué bonito es saber que uno, hasta sobraba en la clase.
Naturalidad y una cara rebosante de ilusión (quizá recetas que... ¿están cayendo en desuso?) ha hecho que uno, por un momento, descubra una vez más la fortuna que tengo al estar junto a ellos.
Predisposición para participar
Afrontar el hablar ante los demás sin temor
Jugar a imaginar
Ofrecer alternativas a las lecturas del libro
Hacer participar a sus compañeros durante su sesión...
En una de sus actividades, pedía a alguna compañera que destacase cualidades de alguien de clase...
Positividad en el aula y ensalzando todo lo bueno que tienen los demás.
Puede que también sea una preciosa receta para llevar a las clases y aparcar esa negatividad con la que, muchas mañanas comenzamos nuestras clases.
Maestra Ana, felicidades y gracias por enseñarme.