viernes, 6 de julio de 2018

TODO DEBE CAMBIAR

TODO DEBE CAMBIAR


 GRACIAS a un día maravilloso. Gracias Mamá,, Bin, Ali, hijos y sobrino, gracias a Juan Carlos, Alicia, Jose... por una velada llena de connotaciones, siendo la primera, esa felicitación que viene de allá arriba.
¿Por qué lo hago en mi y vuestro blog? bien sencillo. Porque este blog es para vosotros niñas y niños y porque un día como el de hoy, lo quiero compartir con quienes me ayudan a crecer y vivir.
Normalmente se espera el regalo para quien mira a la vida y le dice que, además de cumplir un año más, a la misma vida le invita a que le deje ser pasajero en esta aventura hasta que la parada sea, ¿la definitiva? Ya os digo que eso es incierto, lo único definitivo es querer dejar de vivir.
Hoy, mi deseo es regalaros parte de mi día a día y en ese presente, poder envolver cada dádiva que lanzáis a mi vida.
Quien debe regalar, en este día, soy yo, porque es tan inmensa la palabra que quiero verter que, aún se está vistiendo, no quiere salir por miedo o timidez a no saber complacer.
Gracias por haber hecho que este 47, haya sido uno de los años en los que, más niño me habéis hecho sentir. Gracias por cada detalle, por cada mirada por saber conocer mis limitaciones y convertirlas en la virtud para hacerme pensar.
Os quiero intentar ofrecer en este 48, todo lo que ni yo soy capaz de imaginar porque ... presumir qué es imaginar, es como asegurar que has tenido en tus manos una nube, que la has mirado, que has penetrado en ella y que sabes a qué huele. Eso sólo lo sabéis vosotros, niñas y niños.
Se acaba el comienzo a un año que, uuuuuuffff, apretaros los cinturones porque nos tocará vivirlo intensamente y, ese, ese el humilde regalo que hoy os ofrezco.
Quiero que en vuestras vidas, aparezca la alegría de querer sumar años como el regalo de quien los cumple y los gasta.
Tras comer, todo ha fluido, no ha hecho falta nada más que, una copa de cava y quedarme absorto en esa carrera que las burbujas hacían hacia la base de la copa, para imaginar que cada una de ella, erais  cada una y cada uno de vosotros pidiendo vivir, deseando seguir siendo niños.


Ojalá que mis ansias por vivir en este maravilloso mundo de la Educación, provoque en vosotras y vosotros, esa efervescencia, porque si así fuera, le pediría a Dios que me dejara disfrutar de vuestra compañía, por años sin término.
Hoy, mi regalo es para quienes hacéis que cada mañana despida a la noche con lágrimas, para quienes ven a la luna llorar por perderse todo aquello de lo que el sol, va a ser testigo, para quienes hacéis que las olas se dibujen con vuestras sonrisas y que el mar, antes de entonar su serenata, os mire para comprobar si en sus alturas y poderío, puede dibujar a quien le mira, lo inmensos que sois, niños y niñas.
Y si esto, no es Educación, a ti, que lo estás leyendo, te pido perdón. Pero entregar la vida a quienes te la regalan cada día, una de dos, o es de locos o... ¿puedes decirme qué es?
Felicidades porque, en este día, mi cumpleaños es vuestro.