Un día preguntaban a un maestro:
-¿Con qué compararías la Educación?
El maestro, tras unos instantes de silencio, se pronunció:
- Muy sencillo, con una chimenea.
La reacción del foro no se hizo esperar y casi todo el mundo, intentaba ocultar sus risas.
La persona encargada de llevar a cabo aquella entrevista, muy apurada, le dijo:
- ¿Con una chimenea?
_ Si, si, con una chimenea y el motivo es bien sencillo. Si queremos que la Educación viva, hay que alimentarla, si queremos que la Educación viva, no valen tiempos muertos, si queremos que la Educación viva, hay que mirarla cada mañana como aquella que está dispuesta a darnos todo por poco que le entreguemos, si queremos que la Educación viva, debemos ser conscientes que no todas las ramas tienen las mismas características y circunstancias, si queremos que la Educación viva, debemos ser conscientes de su cuidado y mimo...
El maestro continúo así por unos minutos, hasta que la persona que le estaba entrevistando, encontró el momento de echar por tierra aquel símil.
- Entonces, según tu, la Educación, en los meses en los que no hace frío, muere, ¿verdad?
La respuesta del maestro, no se hizo esperar.
- No, esos son los meses más importantes porque en ellos, tu debes investigar cuáles son las ramas que se pueden podar, es más, debes investigar qué tipo de árbol vas a podar, qué tipo de madera es la que ofrece un clima más cálido y por el contrario, aquella que prende rápido y se desvanece (modas...) a pesar de la gran inversión en recursos.
Debes averiguar si las ramas finas a podar, son propicias para acondicionar el ambiente o sólo valen para llenar todo de humo...
La persona encargada de preguntar al Maestro, tiró los papeles, se levantó y se fundió con él en un abrazo:
- Gracias porque a partir de hoy, intentaré que "mi chimenea" permanezca viva todos los meses del año.
