Hoy en la clase de primero... SORPRESA. Conectamos lo que estamos viendo con una actividad, diametralmente opuesta.
Estamos trabajando en el "Aparcamiento de los "Yoes" para llegar al nosotros.
Hemos estado en la playa, dentro de una actividad conocida como "Vuelta a la concha" donde cada concha, en su parte cóncava (introducimos concepto cóncavo-convexo) tiene una letra que será necesaria para la consecución del objetivo.
Establecen un orden y pueden levantar una concha, si la letra que contiene, les viene bien, se la quedan y continúan.
Otro equipo, jugando está descubriendo la importancia de la lectura para la consecución del objetivo a lograr. Deben clasificar en dos grupos bien diferenciados, los elementos que tienen en sus mesas. Toma de decisiones conjunta, consenso...
Nos vamos ahora con otro equipo y, "jugando" insistimos en la importancia de la memoria y, en palabras de J.A. Marina "No hay nada más tonto que decir que la memoria es la inteligencia de los tontos" aprovecho su reflexión para reivindicar una memoria significativa.
Ahora se encuentran, nuevamente con el "reutilizar" esa concienciación del entorno y tantas posibilidades de crear a partir de elementos muertos.
Tapones de dos colores, en el verde se encuentra la imagen y en el azul la palabra. Es el típico memorama pero con la motivación de querer descubrir.
Y por último, nos vamos a esos juegos de tu calle y la mía, a esos juegos que nos dejaban ser niñas y niños hasta que el sol se iba a dormir. Un juego popular al que bautizamos como" el monta tarjetas". Les ves en la puerta de clase, cada uno con 5 tarjetas y elementos relacionados con nuestra área, desde la puerta y en posición horizontal al suelo, dejo caer una tarjeta, inician ronda y si, su tarjeta "monta" en la que está en el suelo, tiene la posibilidad de, si saben qué elementos son los que están montados, llevárselas.. queda "eliminada" aquella persona que en las rondas se queda sin tarjetas. Frustración en estado puro, búsqueda de estrategias, enriquecimiento de vocabulario...
Decir que, a cada cierto tiempo, pactado, entre toda la clase, cambiarán de espacio y actividad. No les hace falta la presencia del adulto para organizarse. Si la escuela aboga por la autonomía, hay que "dejarles hacer"
Un día más, gracias por formar parte de esta sociedad de cambio, cambio que no es posible si no parte de vosotras y vosotros.
Rompemos con la rigidez tradicional apostando por aquellas situaciones que fomenten el aprendizaje cooperativo, significativo...
