PIRÁMIDE ACTITUDINAL POSITIVA
Así parece que la dinámica cobra mayor relevancia que si la llamase de vasos y poco más.
Qué triste sería caer en eso.
Llevo trabajando con quinto, la importancia de la actitud, de la predisposición a creer que mucho de lo que viven, depende de cómo ellos lo quieran enfocar y plantear. De esta forma estamos entrando, todos los jueves a las 9:00h en clase y que cada cual lo haga como sienta, desea o quiera. Verles a esa hora, cuando el sueño aún pelea por hacerse dueño de sus momentos, saltan, sonríen, se abrazan, cantan, alguno bosteza ... pero es que la vida en el cole deben vivirla como una auténtica aventura, desde que despiertan hasta que vuelven a dormir.
Puede que la resolución de muchos conflictos tengan una respuesta más cercana de lo que, en ocasiones nos empeñamos.
Si hacemos llover gotas de actitudes positivas, al mirar al prado, todo se llenará de frescura, ahora bien, si lo que hacemos es destacar gotas negativas, luego que no nos extrañe si nos señalan con el dedo de haber sido protagonistas de alimentar guerras.
Cinco tiritas de papel y en cada una de ellas, deben escribir una actitud positiva de alguien de clase, actitud, un valor, característica... teniendo presente que cada tirita será para una persona diferente.
Tras esa primera parte, recojo todas las tiritas, más de 100 actitudes positivas que les llena de fuerza y ganas de creer, que es cierto que mirar y pensar en lo positivo, lo hace todo más bello. Las mezclo y les entrego cinco a cada uno, eligen una y la cantan en voz alta.
A su lado tienen 5 vasos de plástico. Alguien me preguntaba el motivo de los cinco vasos. Vasos que son de tres tamaños distintos.
Y ahora, por equipos, deben levantar una pirámide teniendo en cuenta que han de asociar una tirita a un vaso.
Rápidamente advierten la diferencia entre los vasos (si les escuchásemos más...) y comienzan a organizarse para no señalar esas diferencias sino aprovecharlas, conocerlas y hacer crecer la pirámide.
Sólo un apunte más: Descubren que la persona tarda toda una vida en crecer e ir conociéndose y que es tan maravillosa que, jamás debe rendirse por el soplido o el movimiento de una mesa. A levantarla de nuevo, con más ahínco e ilusión y si encima, estoy rodeada, aún resulta más fascinante.
De hecho, una vez que la han logrado construir, siempre es más bonito construir en grupo, se les invita que a la de tres, la hagan caer.
Aprovecho para destacar que ese mimo y delicadeza con el que están trabajando en equipo, es esa misma delicadeza y mimo que las personas merecen a la hora de estar junto a ellas, porque a todos nos gusta que así se nos trate. Sin prisas y que la pausa sea para hacerles pensar que es posible pensar en bonito, vivir en alegre, respirar en entusiasmo.
Contener la respiración porque están logrando su objetivo, SER ELLAS Y ELLOS mismos en la proyección de esos vasos.
Porque me niego a dejar que todo sea pintado de pesimismo en sus vidas, cuando tienen un universo entero por descubrir y disfrutar. Y no se trata de pintar una realidad ajena sino de crearla ellas y ellos mismos.
Aquí el protagonismo saben que es grupal, que el yo es la suma de todos y el todo es la suma de cada yo. De otra forma, no vale en nuestras clases.
Y ahora la fiesta de saber que en cada caída se les presentará la oportunidad de volver a comenzar.
Porque ver estas expresiones siempre serán la mejor evaluación para aquello que uno quiera hacer crecer y continuar aprendiendo.
Porque sus manos siempre estarán dispuestas a ofrecer esos cinco dedos para que todo sea más lindo y más cercano a sus vidas.
Quizá en la Educación, hagan falta muchos alientos en forma de soplidos para creer más en ellas y ellos.
¡¡¡Ah!!! lo de los 5 vasos es porque cuando uno mira la mano de alguien y ve cómo sus cinco dedos se acercan para decirte, en ese gesto, que está contigo, hace que el 5 se convierta en más poderoso aún.
Una vez más, ¡¡¡GRAAAACIAAAASSSSSS!!!