Iniciando el nuevo curso y hablando con el ponente de conchas, le pedía que me ayudara a "arrancar" este curso con una sencilla dinámica pero a la vez de esas que te hacen pensar. Qué verbo tan bonito.
Fue decírselo y hecho.
Al entrar en clase a un grupo de niños y niñas se les invita a salir al pasillo y al entrar encuentran una concha en sus mesas y la actividad es bien sencilla, mostrar la concha al compañero que tengo al lado o a quien quiera.
Prácticamente toda la clase la ha mostrado por su parte convexa, es decir, "la de fuera", la externa y al concluir, la pregunta viene rodada:
-¿ Y la parte "de dentro"?
Y aquí es donde enlazamos con tantos y tantos argumentos.
1- La importancia de cuidar tanto la dimensión de la persona en toda su plenitud y no sólo por esa parte que todo el mundo ve. es decir, el interior.
2- La preocupación por mostrar de nosotros, sólo aquello que es perceptible de ser visto.
3- El riesgo de creer que nuestra persona puede limitarse a aquello que los demás ven de mi.
4- La influencia de los medios y de la sociedad que ejercen en nosotros para hacernos creer que lo valioso de la persona es, ante todo y sobre todo la imagen.
Ideas que giran en torno a una misma reflexión pero, no podemos pasar por alto que cada niña y niño debe ir creciendo, descubriendo y vivenciando lo maravilloso del ser que están empezando a crear.
Les estamos haciendo entrar en una vorágine de apariencias, de obtener sobre todo lo que los demás quieren sin tener presente lo que ellos sienten y desean.
Esa inteligencia intrapersonal, acercándonos a un ejemplo sencillo y tras hacer hincapié en lo importante de aprender a cultivar esa parte de la persona que no se ve, lo hemos llevado al ejemplo de:
Si, si, la sandía. Y todo ha sido escucharles.
- Claro, porque lo más importante de ella, no es lo de fuera sino su interior.
- Ya, ya, porque aunque la parte " verde" puede ser muy bonita, esa yo no me la como nunca.
- Si porque algunas, aunque parecen que no tienen buena pinta, cuando "la abres" te llevas una gran sorpresa porque está riquísma.
- Si porque "la corteza" es la que le sirve a la de dentro como protección y compañera en su desarrollo.
- Aunque, la parte de "la piel" también es muy importante, porque también debe cuidarse.
Y así podría seguir enumerando comentarios pero sobre todo, es la concienciación de saber que es un todo indisociable. Que la sandía, sin su parte externa no podría crecer ni desarrollarse porque el sol, así como otros agentes externos, acabarían con ella en poco tiempo.
Todo esto si lo extrapolamos a la persona en sí, no es preciso continuar explicando. Las dos inteligencias cobran vida desde lo convexo y cóncavo, así como de tantos y tantos ejemplos que se han ido analizando. Por poner algunos ejemplos, un precioso estuche, un plátano, un libro...
Así es imposible no querer estar en sus clases y continuar aprendiendo.
Por favor, si dispones de conchas, te invito a que realices esta simple dinámica. Da igual el nivel en el que te encuentres, seguro que lo captan rápidamente, es más, cuanto más pequeños, mejor.