Lo fácil sería que al pensar en este adverbio de tiempo, todo fuera echarse a temblar pero... temblar, ¿por qué?
El después lo vimos como quien no quiere o no puede dar respuesta, pero, "el antes" ¿ pudiera ser la antítesis de su hermano?
Todo queda suspendido en base al terciopelo con el que te desenvuelvas, con la escarcha que te haga despertar y creer que cada mañana tienes la oportunidad de hacer un mundo mejor.
"El antes" jamás te pedirá prisas, pero sí te dirá que "antes" que tu y que yo, están ellos.
"El antes" es tan discreto que no se pronuncia a gritos, es tan delicado que sabe ver en el "ahora" a su hermano mayor y en el " después" a ese jinete que cabalga sin rumbo.
No dejemos que "el antes", en la vida de nuestros hijos, se convierta en un llegar a la meta antes de tiempo.
No dejemos que "el antes" en la vida de nuestros hijos, sea el motivo para justificarles el no de nuestros miedos.
No dejemos que "el antes" sea la escusa para dibujarles una infancia mejor. Ellos viven la que tienen.
No dejemos que "el antes" de las relaciones en familia crean que eran mejores, cuando sus abuelos hoy, son como sus padres.
!Por favor¡ y a pesar del sistema educativo en el que viven, hagamos que vean que "el antes" es la semilla que ellos deben conocer para que en el lagar de sus vidas, ese tiempo les ayude a echar a las cenizas del olvido, aquello que no les sirvió, o quizá si, porque son tan inteligentes que hasta lo que no les vale, lo aprenden para no repetirlo.
!Por favor¡ que sepan que un injerto es querer dar vida y que esa vida debe llegar en su tiempo, nunca antes.
!Por favor¡ hagamos que vean que al dormir con un peluche, antes era soñar con querer tenerlo.
!Por favor¡ que cuando queramos hacerles ver algo, "el antes" no sea como una escusa.
Ojalá que tu y yo seamos cómplices de su antes para que cuando nos miren y nos hablen nos digan:
- Gracias porque me has enseñado que el ahora de mi vida, se está formando con el antes de la tuya.
-Gracias porque en la canción que escucho veo tu antes y me enseñas que el después es un tiempo por el que no he de correr.
Por favor, ¿cómo no decir a gritos que uno se siente enamorado de cada niña y niño que te regala una sonrisa?