Leyendo, un día más, a Francisco Mora, resulta tan sencillo animarte a creer que, todo este tiempo de incertidumbre y dudas para el próximo curso, lejos de hacer que los hombros se caigan, se convierta en un arrebato de emociones y proyectos por realizar, de soplar a las olas para que nunca duerman y saber con firmeza que, tu mente, nunca, nunca se encontrará vacía de ti, ni con las sillas sobre las mesas, como en esta imagen, o pizarra en blanco salvo que realicemos una representación o exposición. Que ninguna pandemia puede privarte del maravilloso derecho a disfrutar de tu escuela, pero de esa que tu formas, no de la que te imponen.
Una clase cualquiera, se encuentra así, ahora, como esta de nuestro cole, ¿qué falta? quizá no sería la pregunta oportuna, en cambio si la planteamos de otra forma... ¿quiénes faltan? la respuesta ya la sabes. Falta LA VIDA de la escuela y esa, esa no puede verse relegada a plataformas que, por otra parte, han venido a "cubrir" un periodo, pero eso, a cubrir, no nos engañemos. En palabras de Mora:
"... sólo se puede aprender aquello que se ama"
Y para amar es preciso el contacto, la convivencia, la interacción, la presencia, el intercambio, el perdón y el error, la mirada, sus tiempos... con lo cual, vamos a dar vida a las palabras de Dumbledore hacia Harry Potter:
"... lo que importa no son vuestras similitudes, sino vuestras diferencias" porque no debemos creer en una escuela donde sus expresiones se vean reducidas a unas pocas pulgadas y, como llevamos diciendo, desde siempre, en este blog, TOCA REINVENTARSE. y crecer desde esa diversidad que cada día nos ofrecen y regalan.
Observa el brillo, pero siente el vacío porque, si nos escudamos en la situación que se está viviendo, al igual, lo que nuestras niñas y niños se lleven de nosotros, sea precisamente eso... VACÍO y, no quiero creer que eso lo desees y mucho menos que te de igual.
Por favor, párate en esta imagen, detén las prisas, el tiempo y revierte esa tendencia pesimista porque, lo que realmente ves, es un espacio lleno de tantas posibilidades, comenzando por la subida de persianas y la apertura de ventanas que vaya más allá de la acción, porque hasta de eso, debemos extraer que el aula más bella está siempre fuera, como la vida, porque, si es cierto que la escuela es una microsociedad, ¿cómo es posible que la tengamos, el mayor tiempo, secuestrada entre paredes?
"Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes. Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo" a esta reflexión siempre me gusta añadir que, qué fácil es atribuir la culpa, en educación, a los mismos, cuando "la cosa" no funciona, ya va siendo hora de que esto cambie.
Mora "lanza el guante" al decir que la figura del maestro es insustituible, habla de las posibles carencias en valores, normas y hábitos, siendo aquí donde, la escuela y la familia deben tener muy claro que la prioridad es cada persona, llámale hija o hijo, alumna, alumno pero PERSONA a la que ofrecer contradicciones lejos de ayudarle, le irán generando conflictos.
Quizá estemos ante uno de los retos más difíciles e incluso apasionantes, para quienes amen la Educación. ¡¡¡Adelanteeeeeeeeee!!!
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