Está más que testado que al Cerebro, le encantan las emociones, ya que se activa cuando nos encontramos ante una situación impredecible, quizá el Amor sea la Maestra o Maestro que sepa de todo esto mejor.
La Amígdala, como en otras emociones, también juega un papel importantísimo en la SORPRESA y como decía aquel Maestro:
- " Si quedar prendado a una niña y niño para su aprendizaje, depende de una sencilla pompa y de la ilusión en tu soplar, Maestra, Maestro, si no eres capaz de creer en algo tan sencillo, al igual tu sitio, no es estar ahi"
Cuando la SORPRESA es placentera, el tiempo para disfrutar de la misma, se alarga y permanece, además hace que la situación de aprendizaje se consolide con un "ingrediente" que parece estar casi reñido con este sistema PLACER. Es reforzar que la amiga Memoria, "tira" de emociones para recordar que lo que a ella han abrazado desde la SORPRESA "casi jamás" olvidará. De ahí que las clases magistrales, de horas interminables, deberían quedar recluidas al obstracismo. Los horarios cuadriculados, ser denunciados y dar paso a la posibilidad de alternancia intraniveles, dejar tanto currículo MUERTO y como siempre sueño en voz alta y con los ojos abiertos, ESCUCHARLES MÁS.
La SORPRESA activa una serie de mecanismos colinérgicos y dopaminérgicos que hacen que aumente la atención y la motivación.
Catherine L´;Ecuyer en un artículo que llevo analizando, desde la sencillez, ternura y asombro, lo deja tan desnudamente expuesto:
" Qué maravilla ver a un niño durmiendo"
Son pompas tan maravillosas que, la Educación debe dejar de mirar al anquilosamiento de áreas y pretender alcanzar los grandes "motores" que de verdad le apoyarán en su desarrollo, la Mente, el Corazón, siempre y cuando esa corriente de aire, sea aquella que sople desde el Amor y convencimiento de creer en Ellas y Ellos.
¿Ser privilegiado?
Quizá algún día sea capaz de expresarlo
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