¡NO VALES!
Intentamos creer que mi mensaje es cierto y tan verdadero como real y falso, como imposible, pero, una vez más, lo logran. Voy mesa por mesa y les intimido, obviamente, en algunos casos sueltan risas pero en otros, logran abstraerse hasta el punto de pensar que es cierto. Me dirijo a ellos y les "grito" (ojalá que cada grito que dirigimos a un niño, nos llevase a la afonía de toda una vida) hasta llegar a nuestro "Plutón" que nos ha dado una clase magistral sobre autoconcepto y autoestima, una lección que para sí, quisiéramos muchas de las personas que pretendemos enseñar y abordar el campo emocional como lo que es, EL TESORO DE LA EDUCACIÓN.
Me pongo frente a Él y nos miramos:
- No vales para nada
- ¿Qué? ¿Cómo te sientes?
- ¿No te atreves a responder?
Al mirarle, más me "encendía" pues lo que observaba era su expresión si, triste pero imperturbable, controlando la situación, me miró e inclinó su mirada. Volvió a mirarme y...
- David, si piensas así de mi, llevamos muchos años juntos y te aprecio, eres alguien importante en mi vida, esta situación me entristece pero...
Tras mantener la mirada en mi y en un intenso silencio añadió:
- Aunque creo que lo que más me preocuparía y que sería terrible, sería que eso, lo pensara yo de mi mismo ¿no crees?
¿QUIÉN ENSEÑA?
Acto seguido compartimos este video.
OJALÁ QUE NO SEAS DE ESOS MAESTROS Y MAESTRAS