viernes, 20 de noviembre de 2020

"EL DERECHO A SOÑAR"

 "EL DERECHO A SOÑAR"

Hoy que es el día de la Declaración de los Derechos de la Infancia y por ende, de cada niño y niña ( ¿y qué día no lo es?) el comentario de aquel niño, hace unas semanas, hizo que naciera esta sencilla dinámica:

- David, "yo no puedo hacer nada para que todo esto mejore o cambie, yo no soy nadie"

Palabras y lo peor aún, el convencimiento de su mensaje, como poco debe hacer remover conciencias porque... ¿qué es preciso para aceptar que un niño crea que no es nadie y que no vale para nada?

Muy sencillo, NO AMARLES y NO CREER EN ELLOS.

Familias, si en estos días hemos logrado que pensaseis qué "locura" les tocará vivir esta vez, con la funda de la almohada, puede que sea uno de los objetivos de la actividad, unido al de acercar más la familia a la escuela y la escuela a la familia, sumado al de aparcar las malditas notas de exámenes en una guerra de competición que lo único a lo que conduce es al desequilibrio emocional tanto a nivel individual como grupal, por no hablar de la presión en otros ambientes.

Gracias porque al entrar en clase y verles, iniciamos la dinámica con una pregunta: 

- ¿Para qué creéis que es?

Respuestas de todos los gustos y colores pero al escucharme decir que era para dormir, pensaban que era broma.

Al preguntar qué supone la almohada, en sus respuestas (dormir) nace la siguiente pregunta:

- Y mientras duermes, ¿qué deseas?

- ¡¡¡Soñar!!!

Pues bien, que nadie os quite ese DERECHO a soñar.

- ¿Queréis soñar?

- Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

- Mirad, ahora pongo música para relajarnos y sobre vuestra mesa, colocáis vuestra funda, apoyáis la cabeza e intentáis dormir.

Todo esto en un ambiente que invitaba a la ensoñación.

Toda la clase comienza a dormir pero una niña dice que la almohada es incómoda, está muy dura. Todos despiertan y les invitamos a crear sueños y escribirlos en pequeñas tarjetas de colores pastel



 (habría hecho más de un paquete), tras escribirlos, se les invita a introducirlos en sus fundas y acto seguido vuelven a "dormir" pero interrumpe el sueño un niño diciendo que sigue siendo incómoda la almohada.

- ¿Qué os hace falta?

- El relleno.

Pues cerrad los ojos porque el relleno es querer creer que podéis soñar, y mientras insisto en la importancia de hacerles sentir seres únicos, excepcionales, les invito a soñar que uno de los sueños más bellos, puede ser que sus familias, cada día, al pensarles, vean en su actitud, comportamiento, responsabilidad, alegría, compromiso, entrega... están viviendo un sueño hecho realidad. Al tiempo voy pasando por sus mesas depositando globos, aprovechando ese dulce dormir.

La voz suave les invita a despertar y al ver los globos... la emoción en sus expresiones me hacían sentir diminuto.

- Ahora podemos "rellenar" nuestras almohadas, ahora sí podemos dormir.

- Si, sí, con tu aire, infla tus globos y rellena tu almohada porque nadie puede ni vivir por ti y menos aún soñar por ti.

Verles medir la dimensión de los globos para apoyar sus cabezas y sentirse cómodos...

El resto queda en clase porque... " En la grandeza de sus vidas, está el sueño más bello"

"La vida es la suma de momentos" Haz que muchos de ellos sean motivos de felicidad y alegría.

Graciaaassss