Quizá si las emociones pudieran pedir vestirse de colores, estoy por asegurar que acudirían a ellas y ellos para que les orientasen, pues eso, habría tonos pasteles mezclados con hielo, o quizá tonos grises llenos de estrellas o tal vez tonos apagados aplaudidos por la alegría de aquellos que irradian incomprensión... no se, puede que todo venga provocado por la noche de ayer, enésimo festival de NAVIDAD, si, si de NAVIDAD y ver en nuestro escenario, una decoración típica de invierno, pingüinos,,, y aparecen tres camellos, qué incorrección. Perdón pero al igual, la incorrección es que no aprendamos del mundo de las niñas y niños que, desde el respeto y la fantasía, la convivencia puede ser y convertirse en uno de los dones más preciados.
Disfruta de sus expresiones y de cómo quieren llegar a ti. Es más de lo mismo, querer llegar a su cerebro y corazón para hacer el mejunje que tanto están pidiendo, hacerles ver que el mundo les necesita para continuar soñando, para aprender a vivir, para mejorar relaciones, para solucionar conflictos.. (sin ir más lejos, anoche, comentaba con una compañera que si les dejásemos ser, serían aún más maravillosos de lo que son. Instinto de protección, competencia... ¿te suena, verdad?)
Pues nada, no te canso más, sólo unir a sus deseos, el mío.
Déjame que te presente a algunas y algunos de mis grandes Maestros.