Parece un tanto largo, el penúltimo título del artículo de este blog, para dar casi por concluido el curso pero, si empleas la primera letra de cada término...
intenta "refrescar" todo lo que a tu lado tienes y no dejes que las temperaturas ni el cansancio, sean un motivo para dejar de creer que estás en el lugar idóneo y con las personas más maravillosas.
Nunca pienses que una silla, para pensar, es la solución a todo aquello que no logras hacer conectar y mucho menos, defender que es una estrategia mediante la cual, a quien sientas en ella, va a comprender aquello que no has sabido hacerle llegar. ¿Has probado alguna vez a sentarte tu en ella? pues eso, la mente y el corazón de un niño no necesita "parones" precisan de cariño, de tiempos y paciencias. Requieren mucho más allá que lo que un libro ofrece, una table o el proyecto más maravilloso puede brindar, TE NECESITAN A TÍ y parece que ese pequeño detalle, en multitud de ocasiones, lo pasamos por alto.
Si me permites una pobre reflexión, "sienta" a tus prisas en esa silla porque, será la forma con la que saborees mejor todo el grandísimo trabajo que llevas a cabo y, lo más importante, que ellos lo saboreen.
Acaba un curso con todo o casi todo dispuesto para iniciar el próximo, con más ilusión si cabe, con nuevas dinámicas, con nuevos juegos y actividades, con nuevos encuentros con ellos mismos, en los que, pensar, reflexionar, valorar, subir, bajar, bailar, reír, llorar... sea una tónica a seguir y demandada.
Donde sus intenciones sean el objetivo que abra el curso y donde seguir creciendo, una aventura para continuar paseando por la vida, descubriendo lo bonito que es irse conociendo en cada experiencia.
Vete, vete y descansa pero eso de desconectar... cuando uno toma conciencia que la Educación es la suma de intenciones, entiende que esta evaluación a la que se les somete... porque en cada brazo que ves, nunca y lo repito chillando, NUNCA podremos llegar a saber todo lo que nos pueden dar si, primero no creemos en ellos y segundo y casi tan o más importante, no contamos con ellos. Lo están pidiendo a gritos.
Vete, vete y que para el próximo curso, en las mochilas les pidas un chiste, una caricia, un cuento, una historia, una tijera, una goma... antes que kilos y kilos. Dicen que eso no es Educación, dicen y dicen, ese el problema decir pero no vivir, decir pero no escuchar, decir que se hace porque dicen pero, quienes DICEN que quieren que todo esto cambie, no se les deja decir.
Dibuja en tu mochila tu mejor sonrisa, pero desde el convencimiento porque, ganarás abrazos de todos los colores, miradas con sueños por vivir a tu lado... empieza a creer que el aprendizaje más lindo arranca desde esta predisposición a hacer de tu "Yo" el "Yo" de cada uno de ellos, un mundo trepidante donde la suma del singular, haga crecer a un Plural en el que se sientan UNO, no te preocupes por sus características, potencialidades, dones y virtudes individuales, las pondrán al servicio de un YO gigantesco.
No quieras tener un Einstein a tu lado, preocúpate y ocúpate de tener a tu lado a un niño y una niña que desea disfrutar.
Déjales que te regalen, todos los días, parte de sus vidas porque, de lo contrario, les estarás creando un vacío con una herida que además de dolerles, a quien más daño hará será a ti mismo.
Cree que estás teniendo un Privilegio de recibir, cada mañana, el aprendizaje que te hará enamorarte, sin remedio, de ellos, con sus virtudes y miedos, con sus impaciencias y admiración, con sus exigencias e inquietudes.
Que la única careta que veas, sea la de intentar hacer cada día, un teatro real, que desde sus sonrisas, cobre vida. Que la historia se escriba y subraye con sus intenciones.
Que el mayor proyecto sea un proyecto común y en el que, casi te conviertas en mero espectador.
Donde una imagen haga silenciar todas las palabras...
¡¡¡GRACIAS!!!