EL SECRETO ES ADMITIR QUE NO EXISTE
Al igual hacen falta menos apps, menos cantidad de cifras, menos estar fuera y más estar dentro.
Al igual todo pasa por dejar de crear tantas "herramientas" y subir infinitos recursos asociados a tanta tecnología mal orientada, cuando se emplea como el fin y no como recurso, esa la dominan mejor que nosotros.
Al igual debemos plantearnos que con decir que el bosque está ardiendo, no es suficiente y menos cuando soplamos en la misma dirección del viento.
Al igual, muchos agentes de este, cada vez, más descontrolado "incendio" deberían aceptar su incompetencia y delegar la Educación en quienes verdaderamente la viven, empezando por las niñas y niños.
Porque ni desean, ni lo MERECEN y menos aún, son los causantes de esta lamentable situación.
Viva la diversión pero la que les hace felices, porque, esa misma, es la que te hará feliz a ti y a mi "y a todos mis compañeros" ( ¿Recuerdas esa expresión? pues vuelve a ser NIÑO)
Ana, Graaaciaaassss.
Un espacio para continuar siendo niños, aprendiendo de ellos. El principal objetivo es intentar ayudarles en esa aventura de crecer como persona. Sumérgete con nosotros.
jueves, 27 de septiembre de 2018
miércoles, 26 de septiembre de 2018
VIGÉSIMO TERCER CAPÍTULO
VIGÉSIMO TERCER CAPÍTULO
Porque quiero que desaparezcan las filas y andemos como niños.
Se aprende que hay un orden para hacer las cosas. Se aprenden aspectos de la disciplina que marcarán el comportamiento del niño en la sociedad y que conllevarán al respeto personal hacia sus semejantes.
Quería comenzar así este capítulo, haciendo referencia de todo lo escrito anteriormente, como las grandes aportaciones que suponen las filas en el "Cole". Ahora bien, ¿alguien se ha molestado en preguntarles a ellas y a ellos? al igual "la cosa cambia". La valoración puede ser diametralmente opuesta.
En este sentido, considero que, desde su entrada en el Cole se coarta su libertad y capacidad de movimientos, es más, se les somete a algo que, aunque a nivel organizativo casi puedo llegar a aceptar y entender, ¿te has parado a pensar qué puede sentir un niño cuando, para entrar en un aula, tiene que ponerse en una fila? Aunque queramos pensar por ellos y anticipar muchos de sus aprendizajes, creo que lo que hacemos es moldear en base a un criterio que queda muy lejos de su naturalidad de acciones y de tantas respuestas que precisan, pero no las nuestras, sino aquellas que a ellos les convencen. Y para ello, debemos escuchar Mááááááásssssssss.
Si queremos educación temprana, no creo que el mejor modelo sea el de largas filas o, ¿acaso nosotros, cuando vamos por una calle repleta de gente, establecemos filas? y eso sin tener en cuenta que la capacidad de adaptación que tienen siempre es y será mejor que la nuestra, pero no con filas, por favor.
Muchos aprendizajes que adquieren lo hacen por modelamiento y es aquí donde el desarrollo de su identidad y autonomía personal, se convierten más en el eslogan de programaciones que en uno de los objetivos prioritarios. Porque las filas son una invitación a la discriminación, a la marginación, a hacer más débiles a los introvertidos y que los "poderosos" refuercen sus conductas. Porque las filas, las considero un escaparate innecesario de venta al exterior, una imagen que, lejos de llenarles de alegría e ilusión por comenzar la jornada, la sensación que da es de resignación alarmante y que, como he dicho anteriormente, eso si que tristemente puede llegar a marcar y condicionar sus comportamientos.
Es cierto que las filas, según para qué casos o situaciones son elementos dinamizadores y que otorgan seguridad y organización pero, para entrar en el Cole, en el aula, del recreo... claro está, para ello, lo primero que deberíamos suprimir de los centros son los timbres martirizadores, porque si la Alegría nace desde la libertad y facilidad de movimientos, ¿por qué no pueden entrar por los pasillos en una verdadera convivencia de edades e incluso de hermanos?
Filas, filas y se me vienen a la mente tantas de animales que hasta interpretarlo me causa estupor, es por ello que me quedo con la idea de una fila, una hilera de árboles. Ellos han nacido sin libertad, de hecho han sido sembrados a una determinada distancia del siguiente para guardar un orden, una organización, para no invadir espacios, para mantener un equilibrio pero... nuestros niños precisamente el equilibrio lo van descubriendo en experiencias desequilibrantes, los espacios los empiezan a conocer y respetar a base de explorarlos, no de ponerles en filas, la organización no la interiorizan jamás escondidos en filas y menos aún esa disciplina cada vez más distorsionada que les estamos mostrando todas las personas que interactuamos con ellos.
Al igual la entrada al aula no debiera estar sometida a un horario y ser tan rígida, dejar que cada docente junto con su grupo, tenga la libertad de tomarse el tiempo que desee o incluso no iniciar la jornada entre las cuatro paredes.
Quizá mi "norte" sobre Educación ande muy perdido pero confieso que creo en esta bendita pérdida porque cada mañana así me lo demuestran, es por ello que, en muchos momentos me planteo ¿qué estamos haciendo? Pero...si casi queremos que anden como nosotros, cuando mi deseo es hacerlo como lo hacen ellas y ellos porque es la forma de andar que me llena de alegría, andar más rápido que un compañero porque quiero entrar en clase pronto mientras que la fila secuestra todos mis deseos.
Quiero andar como un niño porque en sus esquemas organizativos, las filas son una imposición innecesaria.
Uno de los beneficios de las filas es que aprenden a no empujarse y aquí, se me dibuja una gran sonrisa porque tanto tu como yo sabemos que se produce el efecto contrario
Tampoco deseo que nadie se moleste cuando veo esos trenes y sus famosos maquinistas porque así, estamos fomentando que nuestros niños, cuando sean mayores, no quieran ni oír hablar de los trenes y aquí, en nuestra tierra, no está la cosa como para que eso suceda.
Trenes si pero desde un fin lúdico, son geniales esos trenes locos, los que pierden vagones, el que descarrila y todos al suelo, el que marcha hacia atrás o ...pero el tren como recurso para el orden y la organización de entradas y salidas, lo siento pero no. Para consolidar conceptos espaciales, matemáticos, de lenguaje, de ... si pero ¡¡¡por favor!!! Vamos a JUGAR A JUGAR. ¿Alguien tiene una gorra para el revisor?
- Pero... ¿y ese quién es?
¿Alguien sabe hacia dónde se dirige el tren?
- No maestro, nos hemos montado pero nadie nos lo ha dicho...
Gracias por tu paciencia, por aceptar y respetar que crea en una Educación diferente, ni mejor ni peor pero que intenta garantizar el disfrute y la pasión de sus protagonistas, cosa que el modelo actual, me genera muchas y preocupantes dudas.
Porque quiero que desaparezcan las filas y andemos como niños.
Se aprende que hay un orden para hacer las cosas. Se aprenden aspectos de la disciplina que marcarán el comportamiento del niño en la sociedad y que conllevarán al respeto personal hacia sus semejantes.
Quería comenzar así este capítulo, haciendo referencia de todo lo escrito anteriormente, como las grandes aportaciones que suponen las filas en el "Cole". Ahora bien, ¿alguien se ha molestado en preguntarles a ellas y a ellos? al igual "la cosa cambia". La valoración puede ser diametralmente opuesta.
En este sentido, considero que, desde su entrada en el Cole se coarta su libertad y capacidad de movimientos, es más, se les somete a algo que, aunque a nivel organizativo casi puedo llegar a aceptar y entender, ¿te has parado a pensar qué puede sentir un niño cuando, para entrar en un aula, tiene que ponerse en una fila? Aunque queramos pensar por ellos y anticipar muchos de sus aprendizajes, creo que lo que hacemos es moldear en base a un criterio que queda muy lejos de su naturalidad de acciones y de tantas respuestas que precisan, pero no las nuestras, sino aquellas que a ellos les convencen. Y para ello, debemos escuchar Mááááááásssssssss.
Si queremos educación temprana, no creo que el mejor modelo sea el de largas filas o, ¿acaso nosotros, cuando vamos por una calle repleta de gente, establecemos filas? y eso sin tener en cuenta que la capacidad de adaptación que tienen siempre es y será mejor que la nuestra, pero no con filas, por favor.
Muchos aprendizajes que adquieren lo hacen por modelamiento y es aquí donde el desarrollo de su identidad y autonomía personal, se convierten más en el eslogan de programaciones que en uno de los objetivos prioritarios. Porque las filas son una invitación a la discriminación, a la marginación, a hacer más débiles a los introvertidos y que los "poderosos" refuercen sus conductas. Porque las filas, las considero un escaparate innecesario de venta al exterior, una imagen que, lejos de llenarles de alegría e ilusión por comenzar la jornada, la sensación que da es de resignación alarmante y que, como he dicho anteriormente, eso si que tristemente puede llegar a marcar y condicionar sus comportamientos.
Es cierto que las filas, según para qué casos o situaciones son elementos dinamizadores y que otorgan seguridad y organización pero, para entrar en el Cole, en el aula, del recreo... claro está, para ello, lo primero que deberíamos suprimir de los centros son los timbres martirizadores, porque si la Alegría nace desde la libertad y facilidad de movimientos, ¿por qué no pueden entrar por los pasillos en una verdadera convivencia de edades e incluso de hermanos?
Filas, filas y se me vienen a la mente tantas de animales que hasta interpretarlo me causa estupor, es por ello que me quedo con la idea de una fila, una hilera de árboles. Ellos han nacido sin libertad, de hecho han sido sembrados a una determinada distancia del siguiente para guardar un orden, una organización, para no invadir espacios, para mantener un equilibrio pero... nuestros niños precisamente el equilibrio lo van descubriendo en experiencias desequilibrantes, los espacios los empiezan a conocer y respetar a base de explorarlos, no de ponerles en filas, la organización no la interiorizan jamás escondidos en filas y menos aún esa disciplina cada vez más distorsionada que les estamos mostrando todas las personas que interactuamos con ellos.
Al igual la entrada al aula no debiera estar sometida a un horario y ser tan rígida, dejar que cada docente junto con su grupo, tenga la libertad de tomarse el tiempo que desee o incluso no iniciar la jornada entre las cuatro paredes.
Quizá mi "norte" sobre Educación ande muy perdido pero confieso que creo en esta bendita pérdida porque cada mañana así me lo demuestran, es por ello que, en muchos momentos me planteo ¿qué estamos haciendo? Pero...si casi queremos que anden como nosotros, cuando mi deseo es hacerlo como lo hacen ellas y ellos porque es la forma de andar que me llena de alegría, andar más rápido que un compañero porque quiero entrar en clase pronto mientras que la fila secuestra todos mis deseos.
Quiero andar como un niño porque en sus esquemas organizativos, las filas son una imposición innecesaria.
Uno de los beneficios de las filas es que aprenden a no empujarse y aquí, se me dibuja una gran sonrisa porque tanto tu como yo sabemos que se produce el efecto contrario
Tampoco deseo que nadie se moleste cuando veo esos trenes y sus famosos maquinistas porque así, estamos fomentando que nuestros niños, cuando sean mayores, no quieran ni oír hablar de los trenes y aquí, en nuestra tierra, no está la cosa como para que eso suceda.
Trenes si pero desde un fin lúdico, son geniales esos trenes locos, los que pierden vagones, el que descarrila y todos al suelo, el que marcha hacia atrás o ...pero el tren como recurso para el orden y la organización de entradas y salidas, lo siento pero no. Para consolidar conceptos espaciales, matemáticos, de lenguaje, de ... si pero ¡¡¡por favor!!! Vamos a JUGAR A JUGAR. ¿Alguien tiene una gorra para el revisor?
- Pero... ¿y ese quién es?
¿Alguien sabe hacia dónde se dirige el tren?
- No maestro, nos hemos montado pero nadie nos lo ha dicho...
Gracias por tu paciencia, por aceptar y respetar que crea en una Educación diferente, ni mejor ni peor pero que intenta garantizar el disfrute y la pasión de sus protagonistas, cosa que el modelo actual, me genera muchas y preocupantes dudas.
sábado, 22 de septiembre de 2018
LOS TRES MINUTOS DE UN BUEN MAESTRO
LOS TRES MINUTOS DE UN BUEN MAESTRO
Aunque es una canción que viene a decir "Nunca se sabe" versionada por Bruce Springsteen, The Boss y cuyo autor es Chuck Berry, bien pudiera ser el motivo para una breve reflexión:
El buen maestro es el que cree en aquello que hace y ama a quienes tiene a su lado.
El buen maestro les hace coprotagonistas de cada momento que viven y conoce sus potencialidades y capacidades.
El buen maestro escucha, llega a acuerdos, admite que en ocasiones no está "afinado" y celebra que "el tono o el acorde" se lo de otra persona. Es más, lo celebra.
El buen maestro confiesa que en muchas ocasiones se confunde, no encuentra la forma de conectar pero no desespera.
El buen maestro hasta admite que tiene que cambiar de guitarra (estrategia) porque la que tenía, en ese momento y para esa ocasión, no era la adecuada.
El buen maestro no tiene reparo en hacer "como el ridículo" porque cree en lo que está haciendo, en porqué lo está haciendo y, lo más importante, para quiénes lo está haciendo.
El buen maestro se atreve a romper la rigidez de una programación porque "aquello" no suena bien y además aburre.
El buen maestro es capaz de invitar a que cada instrumento suene con sus características, disfrute de cada instante y deleite al más incrédulo o reticente.
El buen maestro percibe que la sintonía con sus compañeros puede movilizar a masas sin miedo a que otras personas hablen.
El buen maestro es capaz, junto a su equipo, de levantar estadios en pos de la Educación.
El buen maestro demuestra que el NUNCA SE SABE se puede llegar a convertir en una verdad gritada, cantada y bailada por millones de niños.
El buen maestro goza con lo que hace y vive pero sobre todo goza al verles gozar.
Maestras y maestros os invito a que hagáis el concierto de vuestras vidas cada día porque ellas y ellos lo están pidiendo, lo desean.
El buen maestro, como dice "La Seño" es el que cree que para transformar la escuela hay que desmontarla primero.
Quizá "Bruji" esta locura de reflexión te la deba a ti porque te he vuelto a ver.
Aunque es una canción que viene a decir "Nunca se sabe" versionada por Bruce Springsteen, The Boss y cuyo autor es Chuck Berry, bien pudiera ser el motivo para una breve reflexión:
El buen maestro es el que cree en aquello que hace y ama a quienes tiene a su lado.
El buen maestro les hace coprotagonistas de cada momento que viven y conoce sus potencialidades y capacidades.
El buen maestro escucha, llega a acuerdos, admite que en ocasiones no está "afinado" y celebra que "el tono o el acorde" se lo de otra persona. Es más, lo celebra.
El buen maestro confiesa que en muchas ocasiones se confunde, no encuentra la forma de conectar pero no desespera.
El buen maestro hasta admite que tiene que cambiar de guitarra (estrategia) porque la que tenía, en ese momento y para esa ocasión, no era la adecuada.
El buen maestro no tiene reparo en hacer "como el ridículo" porque cree en lo que está haciendo, en porqué lo está haciendo y, lo más importante, para quiénes lo está haciendo.
El buen maestro se atreve a romper la rigidez de una programación porque "aquello" no suena bien y además aburre.
El buen maestro es capaz de invitar a que cada instrumento suene con sus características, disfrute de cada instante y deleite al más incrédulo o reticente.
El buen maestro percibe que la sintonía con sus compañeros puede movilizar a masas sin miedo a que otras personas hablen.
El buen maestro es capaz, junto a su equipo, de levantar estadios en pos de la Educación.
El buen maestro demuestra que el NUNCA SE SABE se puede llegar a convertir en una verdad gritada, cantada y bailada por millones de niños.
El buen maestro goza con lo que hace y vive pero sobre todo goza al verles gozar.
Maestras y maestros os invito a que hagáis el concierto de vuestras vidas cada día porque ellas y ellos lo están pidiendo, lo desean.
El buen maestro, como dice "La Seño" es el que cree que para transformar la escuela hay que desmontarla primero.
Quizá "Bruji" esta locura de reflexión te la deba a ti porque te he vuelto a ver.
viernes, 21 de septiembre de 2018
VEINTE PRECIOSOS JARRONES
VEINTE PRECIOSOS JARRONES
En esta ocasión, no mires con tus ojos. No son ni ellas ni ellos, son jarrones, eso si, los jarrones más valiosos del mundo. Si observas bien, ningún jarrón tiene la misma forma ( ¿acaso existen dos niños iguales?).
Entiendo que alguien puede molestarse por llamarles jarrones pero quizá la mayor molestia es que no seamos capaces de creer que están predispuestos para hacer y recrear todo lo que desde la alegría y naturalidad se les presenta. ¡Ah! y aquello de no hacer cosas, en principio casi que ridículas, por estar viviendo una etapa de profundos cambios, de "guerras hormonales", de poner a la vergüenza como la culpable de ese "no porque no", lo siento pero esa es la excusa de quien lejos de intentar, se conforma o protesta.
A colación a lo expuesto en líneas anteriores, nos llevamos la historia a la etapa que están viviendo. Sexto de primaria, momento de grandes cambios, de todo tipo y desde esa naturalidad que ellas y ellos demandan hablamos. Surgen algunas risas pero rápidamente las risas se transforman en grandes oídos y necesidad por intervenir.
Tras este primer momento, pasamos a dar vida a esta historia que, tras mucho buscar para compartir su autor, no lo he encontrado. Por lo tanto creo que atribuirse algo que no es de uno, no creo que esté bien, lo único que hacemos es darle el giro que necesitamos para abordar lo que nos interesa.
Pues imagínate a 20 alumnos de sexto adoptando forma de jarrón. El culto a la imagen, a lo exterior y a valorar sólo aquello que se ve. Hasta de convertirse en un simple objeto para otros.
Y junto a los jarrones, un príncipe, un súbdito y una criada (*) y en este término, nos hemos parado a analizar, para cada cual, qué significa esta palabra. UUffff y según el diccionario de la Real Academia de la Lengua:
- ...Que ha recibido una determinada Educación.
- Persona que sirve por un salario, y en especial la que se emplea en el servicio doméstico.
Y así, otras tantas acepciones pero, casi todas las que han dicho cuando les he preguntado qué creen que supone ser criada, lo siento pero vienen fundamentadas por nosotros, los adultos y todas con connotaciones peyorativas y con unos prejuicios que, así, es posible que nos estemos equivocando.
La historia en sí habla de un príncipe que tenía la mejor colección de jarrones del mundo y se sentía orgulloso de ella. Una mañana, una "criada" en sus tareas, limpiándolos, accidentalmente, cayó uno de ellos al suelo y el jarrón se hizo añicos. A todo esto el príncipe le estaba observando, montó en cólera y la condenó a morir. Montó todo un espectáculo deplorable que no quedó ajeno a su más fiel súbdito, el cual, tras saber esperar un instante, se acercó a su príncipe y le dijo:
- Mi príncipe, si lo desea, yo tengo la solución, es más, si confía en mi, devolveré al jarrón su forma y sin dejar rastro. Sólo le pido una cosa...
-¿Cuál, cuál, cuál?
Le decía el príncipe, con un genio capaz de intimidar a las más feroces tempestades, aunque el súbdito, se mostraba impasible (al igual esos niños a los que llamamos moviditos, necesitan ...¿más cariño? más calma, más tiempo...).
- Que me lleve a ver su colección de jarrones. (reservada para él y los de su "estatus").
Naturalmente el príncipe aceptó y se dirigieron a las estancias donde se encontraba.
Al entrar, el súbdito vio esa famosa colección de los 19 jarrones expuestos sobre un tapiz rojo.
El súbdito se acerco ante la atenta mirada de su príncipe, cogió el tapiz con sus manos y en un movimiento rápido, tiro de él para atrás y todos los jarrones salieron volando para acabar en el suelo en mil pedazos. ( Toda la clase pegó un salto como si de volar pudieran y acto seguido, todos tendidos en el suelo, ¡fuuuaaaa!)
¿Te imaginas la cara del príncipe?
Pues bien, la respuesta del súbdito no se hizo esperar:
- Hoy mi príncipe, he salvado la vida a 19 personas más porque, nada, nada en la vida es tan valioso como la vida de las personas...le ofrezco la mía.
La reacción del príncipe fue fundirse en un intenso abrazo a su súbdito y entre lágrimas...
Si ves cómo interpretan, estábamos muertos de risa y eso de que desde la alegría no se interioriza... vale, vale.
Dejamos la historia y retomamos sus vidas, la importancia de valorarse por quienes están empezando a ser, valorar a los demás, crecer desde la responsabilidad y el respeto, desde la entrega ...
Gracias a tantas maravillosas persona que crean estas historias y sobre todo, CREE EN ELLAS Y ELLOS.
jueves, 20 de septiembre de 2018
OTRO MOTIVO MÁS POR EL QUE QUERER SER MAESTRO
OTRO MOTIVO MÁS POR EL QUE QUERER SER MAESTRO
Hoy al entrar en una clase de infantil, tras el recibimiento de "abrazos para arriba y abrazos para abajo" nos sentamos en la asamblea para iniciar la sesión y cuando todo iba a comenzar, cuando el silencio era protagonista, una niña, se levanta, se me acerca y me dice:
-David, mi mamá está "embarazá"
Le falta cara para contener la emoción, los ojos se le salían, la dulzura de sus palabras se han convertido en un regalazo y ha hecho que me sienta la persona más dichosa. En su expresión todo era felicidad, contagiaba entusiasmo, una ilusión que me vuelve a demostrar y confirmar que las mayores lecciones, parten siempre desde ellos, toda una clase magistral de educación emocional, la que he vivido hoy en un breve pero intensísimo instante. No pude por menos que abrazarla y hasta llegué a sentir cómo su pequeño cuerpecito, temblaba.
Al igual deberíamos dejarles ser más protagonistas y dejarles hacer más, dejarles hablar más.
"Las reflexiones más profundas y acertadas siempre nacen de un sencillo gesto, de una simple acción de un niño"
Gracias por tan bello regalo
domingo, 16 de septiembre de 2018
VIGÉSIMO SEGUNDO CAPÍTULO
VIGÉSIMO SEGUNDO CAPÍTULO
Porque quiero entender que mi mejor maestra, eres tu, mi niña.
Porque uno de los motivos para intentar ser maestro, nace en esa niña, en esa que llamo Emoción, sin la cual, jamás me podría plantear entrar en sus clases y menos aún, pretender ser un buen maestro.
Ese sentimiento muy intenso de alegría o tristeza producido por un hecho, una idea, un recuerdo, etc y es en ese largo etc donde encuentro sentido a este término y le hago nacer en mi, esa niña, la que viene presentada por la liberación de neurotransmisores u hormonas que serán las que conviertan esa emoción en sentimiento y en definitiva en lenguaje, en comunicación, en deseo de conectar con ellos.
Podría enumerar casos como el de Gage, la teoría de James-Lauge, la hipótesis del hemisferio derecho de Mills, la teoría de Cannon-Bard y así hasta llegar a la Neurociencia afectiva y el campo de la Inteligencia Emocional pero nadie podrá jamás bautizar a la emoción con el nombre de cada niña y niño que te enseña a emocionarte, que comparte contigo sus emociones, que cada día te hace creer que a esa maestra se le puede tocar, se le puede acariciar, se le puede provocar y despertar, que hasta te puede llegar a contagiar.
Quiero ser maestro y que mi maestra sea esa niña para poder soñar con un estadio lleno, cantando en un concierto todo aquello que en las clases podemos sentir y que las personas presentes sientan esas emociones como suyas, porque en muchas ocasiones se nos escapa el privilegio de poder estar con ellos, de hecho, es una dimensión que se me escapa, intento imaginarla pero...
Quiero que esa emoción se respire en "las malditas" colas al entrar en el cole y que al verles y cuando me vean, se respire esa emoción contenida, la misma que sin palabras está llevando a cabo un discurso precioso.
Porque esa, mi niña, nace de cada mirada sostenida, porque son las que me hacen crecer, porque en esas expresiones, la emoción pide ir más allá, quieren que el tiempo corra pero no para irse sino para que aprenda a vivir con la intensidad que ellos lo hacen y al ritmo que lo hacen, y puede que las distancias que entre ellos y nosotros se crean, precisamente vengan generadas por intentarles hacer vivir a nuestros ritmos.
A ti Emoción, mi niña, te debo mi existir porque, explicar con palabras lo que me muestras y regalas cada mañana, sólo puedo hacerlo mirando sus caras. Porque, aunque en ocasiones la situación no sea agradable, haces que sea, precisamente en esos momentos en los que más te escucho y aprendo de ti.
Porque eres la que me enseña a parar y querer viajar a sus mentes para hacer maravilloso el momento del recreo y encontrarlo no como una vigilancia sino como un premio y aprendizaje. De hecho, todo docente debería pasar tiempo en el recreo pero dejando al docente en el aula.
Porque sin ti, la vida y todo aprendizaje queda huérfano o como dice Francisco Mora:"el cerebro sólo aprende si hay emoción"
Porque no se entiende mirar a un niño y no querer ver todo lo que te está diciendo sin palabras, no se entiende no dejar que tu mejor maestra sea esa emoción que logran provocar en ti.
En palabras de Coelho, un niño puede enseñarnos a ponernos contentos sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea.
Solamente debemos tener claro que el primer aprendizaje parte de querer, desear y necesitar vivir desde esa maestra a la que llamo Emoción.
Te invito a que cada día la dejes entrar en tu clase, en tu vida y que tomes nota de todo aquello que te regala.
sábado, 15 de septiembre de 2018
BASTA YA
BASTA YA
No entiendo cómo se acepta que "individuos" que no tienen nada afín a nuestros niños, se permitan el lujo de decirles lindeces como estas:
- Si no os enteráis es que sois subnormales.
- No me aprenderé vuestros nombres porque sois muchos.
- Callaos "coño"
- Haced lo que os de la gana pero no me molestéis ( aunque la expresión es " dar por culo")
Y así podría enumerar lo que llevo registrando desde hace 14 años. Entiendo que los compañeros, de esos individuos, no podéis hacer nada, ¿la administración?, ¿la consejería? de esos ni hablo.
Es cierto que se han ganado el derecho a ser "funcionarios" pero, precisamente son ese tipo de "calaña" la que desprestigia a tanta profesora y profesor DE VOCACIÓN, que ve como una mañana llega una niña a su clase con ojeras y al igual es porque, YA ES MUJER. Perdón pero, a estos individuos a los que me refiero, los tendrían que...
La única fórmula que encuentro, tras ver a niñas y niños pasar a secundaria, es que sean ellas y ellos los que se pronuncien. Desde la educación y respeto, eso que por ellos no muestran ni lo más mínimo.
Desafortunadamente, a todos esos individuos que se prestan llamarse profesores, les ampara la protección de datos, es más, si publicara lo que más de un antiguo alumno me ha comentado..., son tan ruines que para colmo, se cebarían contra ellos.
Pienso recoger todas las lindeces que sueltan y las publicaré aquí, en este pobre blog, porque no es mío, es vuestro. No permitáis que eso siga pasando. No dejéis que "individuos" así coarten vuestros sueños e ilusiones.
Familias, por favor, hacedme llegar todo lo que atente contra el derecho a la educación de vuestros hijos y, aunque pueda que no valga para nada, creo que esto debería ser el MÁSTER más solicitado por toda aquella persona que crea en ellas y ellos.
Gracias a vosotros, profesores y profesoras que les acompañáis en este proceso, a los que creéis en ellas y ellos, a pesar de sus dificultades, situaciones y problemáticas ( por cierto, y me dirijo a ti, ¿sabes qué es levantarte sin haber cenado y sin poder desayunar?, claro, eso a ti, que ...... te importa).
Y a vosotros, antiguos alumnos, hacedme llegar todo, TODO lo que esos "individuos" sueltan. Porque al igual, hasta podéis ayudarles a limar sus limitaciones y desgracias.
Si queremos que la Educación se vista de mayúsculas, depende de vosotros.
¿Viral?... ya, ya.
Dedicado a tantas personas que tienen el "privilegio"de disfrutar" de trabajar en secundaria.
Por otra parte, insto a todas esas personas, a las que yo llamo eminencias, en un largo etcétera...
por favor, que no guarden silencio, con ese poder de repercusión que tienen, intenten hacer que esto cambie. No sólo con los descubrimientos, charlas, ponencias, vídeos subidos a las redes, máster, cursos, seminarios... YA ESTÁ BIEN .No entiendo cómo se acepta que "individuos" que no tienen nada afín a nuestros niños, se permitan el lujo de decirles lindeces como estas:
- Si no os enteráis es que sois subnormales.
- No me aprenderé vuestros nombres porque sois muchos.
- Callaos "coño"
- Haced lo que os de la gana pero no me molestéis ( aunque la expresión es " dar por culo")
Y así podría enumerar lo que llevo registrando desde hace 14 años. Entiendo que los compañeros, de esos individuos, no podéis hacer nada, ¿la administración?, ¿la consejería? de esos ni hablo.
Es cierto que se han ganado el derecho a ser "funcionarios" pero, precisamente son ese tipo de "calaña" la que desprestigia a tanta profesora y profesor DE VOCACIÓN, que ve como una mañana llega una niña a su clase con ojeras y al igual es porque, YA ES MUJER. Perdón pero, a estos individuos a los que me refiero, los tendrían que...
La única fórmula que encuentro, tras ver a niñas y niños pasar a secundaria, es que sean ellas y ellos los que se pronuncien. Desde la educación y respeto, eso que por ellos no muestran ni lo más mínimo.
Desafortunadamente, a todos esos individuos que se prestan llamarse profesores, les ampara la protección de datos, es más, si publicara lo que más de un antiguo alumno me ha comentado..., son tan ruines que para colmo, se cebarían contra ellos.
Pienso recoger todas las lindeces que sueltan y las publicaré aquí, en este pobre blog, porque no es mío, es vuestro. No permitáis que eso siga pasando. No dejéis que "individuos" así coarten vuestros sueños e ilusiones.
Familias, por favor, hacedme llegar todo lo que atente contra el derecho a la educación de vuestros hijos y, aunque pueda que no valga para nada, creo que esto debería ser el MÁSTER más solicitado por toda aquella persona que crea en ellas y ellos.
Gracias a vosotros, profesores y profesoras que les acompañáis en este proceso, a los que creéis en ellas y ellos, a pesar de sus dificultades, situaciones y problemáticas ( por cierto, y me dirijo a ti, ¿sabes qué es levantarte sin haber cenado y sin poder desayunar?, claro, eso a ti, que ...... te importa).
Y a vosotros, antiguos alumnos, hacedme llegar todo, TODO lo que esos "individuos" sueltan. Porque al igual, hasta podéis ayudarles a limar sus limitaciones y desgracias.
Si queremos que la Educación se vista de mayúsculas, depende de vosotros.
¿Viral?... ya, ya.
jueves, 13 de septiembre de 2018
INTELIGENCIA INTRAPERSONAL E INTELIGENCIA INTERPERSONAL LIGADAS A LO CONVEXO Y LO CÓNCAVO
LO CONVEXO Y LO CÓNCAVO
Iniciando el nuevo curso y hablando con el ponente de conchas, le pedía que me ayudara a "arrancar" este curso con una sencilla dinámica pero a la vez de esas que te hacen pensar. Qué verbo tan bonito.
Fue decírselo y hecho.
Al entrar en clase a un grupo de niños y niñas se les invita a salir al pasillo y al entrar encuentran una concha en sus mesas y la actividad es bien sencilla, mostrar la concha al compañero que tengo al lado o a quien quiera.
Prácticamente toda la clase la ha mostrado por su parte convexa, es decir, "la de fuera", la externa y al concluir, la pregunta viene rodada:
-¿ Y la parte "de dentro"?
Y aquí es donde enlazamos con tantos y tantos argumentos.
1- La importancia de cuidar tanto la dimensión de la persona en toda su plenitud y no sólo por esa parte que todo el mundo ve. es decir, el interior.
2- La preocupación por mostrar de nosotros, sólo aquello que es perceptible de ser visto.
3- El riesgo de creer que nuestra persona puede limitarse a aquello que los demás ven de mi.
4- La influencia de los medios y de la sociedad que ejercen en nosotros para hacernos creer que lo valioso de la persona es, ante todo y sobre todo la imagen.
Ideas que giran en torno a una misma reflexión pero, no podemos pasar por alto que cada niña y niño debe ir creciendo, descubriendo y vivenciando lo maravilloso del ser que están empezando a crear.
Les estamos haciendo entrar en una vorágine de apariencias, de obtener sobre todo lo que los demás quieren sin tener presente lo que ellos sienten y desean.
Esa inteligencia intrapersonal, acercándonos a un ejemplo sencillo y tras hacer hincapié en lo importante de aprender a cultivar esa parte de la persona que no se ve, lo hemos llevado al ejemplo de:
Iniciando el nuevo curso y hablando con el ponente de conchas, le pedía que me ayudara a "arrancar" este curso con una sencilla dinámica pero a la vez de esas que te hacen pensar. Qué verbo tan bonito.
Fue decírselo y hecho.
Al entrar en clase a un grupo de niños y niñas se les invita a salir al pasillo y al entrar encuentran una concha en sus mesas y la actividad es bien sencilla, mostrar la concha al compañero que tengo al lado o a quien quiera.
Prácticamente toda la clase la ha mostrado por su parte convexa, es decir, "la de fuera", la externa y al concluir, la pregunta viene rodada:
-¿ Y la parte "de dentro"?
Y aquí es donde enlazamos con tantos y tantos argumentos.
1- La importancia de cuidar tanto la dimensión de la persona en toda su plenitud y no sólo por esa parte que todo el mundo ve. es decir, el interior.
2- La preocupación por mostrar de nosotros, sólo aquello que es perceptible de ser visto.
3- El riesgo de creer que nuestra persona puede limitarse a aquello que los demás ven de mi.
4- La influencia de los medios y de la sociedad que ejercen en nosotros para hacernos creer que lo valioso de la persona es, ante todo y sobre todo la imagen.
Ideas que giran en torno a una misma reflexión pero, no podemos pasar por alto que cada niña y niño debe ir creciendo, descubriendo y vivenciando lo maravilloso del ser que están empezando a crear.
Les estamos haciendo entrar en una vorágine de apariencias, de obtener sobre todo lo que los demás quieren sin tener presente lo que ellos sienten y desean.
Esa inteligencia intrapersonal, acercándonos a un ejemplo sencillo y tras hacer hincapié en lo importante de aprender a cultivar esa parte de la persona que no se ve, lo hemos llevado al ejemplo de:
Si, si, la sandía. Y todo ha sido escucharles.
- Claro, porque lo más importante de ella, no es lo de fuera sino su interior.
- Ya, ya, porque aunque la parte " verde" puede ser muy bonita, esa yo no me la como nunca.
- Si porque algunas, aunque parecen que no tienen buena pinta, cuando "la abres" te llevas una gran sorpresa porque está riquísma.
- Si porque "la corteza" es la que le sirve a la de dentro como protección y compañera en su desarrollo.
- Aunque, la parte de "la piel" también es muy importante, porque también debe cuidarse.
Y así podría seguir enumerando comentarios pero sobre todo, es la concienciación de saber que es un todo indisociable. Que la sandía, sin su parte externa no podría crecer ni desarrollarse porque el sol, así como otros agentes externos, acabarían con ella en poco tiempo.
Todo esto si lo extrapolamos a la persona en sí, no es preciso continuar explicando. Las dos inteligencias cobran vida desde lo convexo y cóncavo, así como de tantos y tantos ejemplos que se han ido analizando. Por poner algunos ejemplos, un precioso estuche, un plátano, un libro...
Así es imposible no querer estar en sus clases y continuar aprendiendo.
Por favor, si dispones de conchas, te invito a que realices esta simple dinámica. Da igual el nivel en el que te encuentres, seguro que lo captan rápidamente, es más, cuanto más pequeños, mejor.
jueves, 6 de septiembre de 2018
VIGÉSIMO PRIMER CAPÍTULO
VIGÉSIMO PRIMER CAPÍTULO
No quiero puertas en las aulas porque delimita la luz, la magia, la libertad de pensamientos y porque creo que quienes deben enseñarnos a vivir en la amplitud de miras, son precisamente ellas y ellos. No les hace falta más que dejarles ser niños para que mi pequeña libreta de "chuletillas" se vuelva loca anotando cada detalle que va viendo en cada mañana.
No quiero ni abrir ni cerrar puertas porque según se interprete, me pueden llevar a una nueva oportunidad o no pero esa interpretación es de los mayores. Esa a ellos no les interesa, su inmediatez no se parará NUNCA en ese consuelo que tantas veces empleamos nosotros. Porque ¿quién es quien para negar la oportunidad de perseguir un sueño o un objetivo a ellos ?
Quiero que sólo exista una puerta, el mundo y que en ese mundo, tu y yo, seamos capaces de caminar juntos. Porque hablar de puertas en Educación puede resultar sinónimo de oportunidad de aprendizajes pero el mejor aprendizaje que interiorizan los niños, precisamente no es el de las aulas sino el que llevan a la vida desde las aulas ya que, donde viven es en el mundo.
Si les preguntásemos, ¿crees que querrían llegar a tu aula y abrir la puerta? Precisamente en estos días de reuniones previas con las tutorías, que más de una niña y niño acompaña a sus familias y, desde la libertad que les confiere el ser niños, entran y salen de las aulas porque lo consideran parte de sus vidas, porque te buscan, porque no entienden esos límites absurdos que imponemos.
¿Cuántos factores hacen que una puerta se cierre? El viento, un empujón enérgico, una voz, una manivela, un despiste, un mando...pues bien, imagina que esos motivos los extrapolamos y los llevamos a la vida de un niño:
1- La puerta eres tu y tu apatía
2- La puerta eres tu y tu agrio carácter
3- La puerta es la manipulación de los momentos
4- La puerta es la humillación a "echarles" al pasillo
Si estos y otros tantos motivos se los presentamos, algunas puertas serían la obra de arte más horrenda de cualquier museo. Por el contrario, te encuentras puertas que por lo que desprenden, por lo que infunden y transmiten, es tanto que, lo que no tiene sentido es que esos espacios se delimiten.
¿Acaso te gustaría pensar que esa niña que marchó a secundaria o a la universidad, al pensar en ti lo haga como la puerta que jamás volvería a abrir?
Todo pasa por querer que les quieras, que les necesites como parte de ti y de tu crecimiento, como parte fundamental de tu aprendizaje y desde ahí, irás derribando puertas porque...
"... yo cuando era niño, pensaba que una puerta era la oportunidad de vivir algo pero, resulta que era tímido, introvertido, jamás me atrevía a abrirla..."
"... una vez me cerraron la puerta de clase y jamás quise volver a ella..."
"... cuando llego tarde a clase, la maestra cree que la culpa es mía y la puerta hace de verdugo cuando en realidad, yo ya he pagado una condena ajena a mi..."
¡¡¡ Por favor!!! no se le puede cerrar la puerta a un niño, NUNCA. Vale, los motivos se matizan pero las condenas jamás la superan y si además lo utilizamos como pobre recurso, hasta se lo toman a juego porque son tan grandes que hasta de momentos como esos, logran transformarlo.
Las puertas deberían ser invisibles y aunque acepto que se interpreten como elemento de seguridad, la mayor seguridad en Educación no consiste en cerrar ni en delimitar porque les estaremos convirtiendo en aquello que me resisto a pensar.
¿Que corren? pues claro que tienen que correr
¿Que "molestan"? pues claro que tienen que "molestar"
¿Que no callan? pues claro , haber si nos vamos enterando que nosotras y nosotros, aquí somos actores secundarios.
No quiero puertas en las aulas, un niño no debe esperar a que se abra una para creer que tiene una nueva oportunidad, porque si en verdad actuamos y creemos eso, ¿no crees que la oportunidad quien la tiene verdaderamente eres tu?
Sus vidas no pueden estar sujetas a un abrir y cerrar de puertas y llegados a este punto, cuánta pedagogía barata empleamos cuando se les va un ser querido, cuando se muere alguien. ¿puertas? no gracias, NATURALIDAD toda, si toda, con el mimo más delicado pero naturalidad. Y desde aquí animo a que esta realidad sea abordada como merece, con la importancia y trascendencia de creer que en el campo emocional de un niño, no consiste en abrir y cerrar puertas cuando nos venga en gana.
El compositor y pianista Duke Ellington decía: "Un problema es una oportunidad para que hagas tu mejor esfuerzo".
Es verdad que tras las expresiones de abrir y cerrar puertas, se encierra o se abre todo un lenguaje simbólico pero me aterra pensar que puedan ver en ese "tablón" la negación a cualquier deseo.
Deja tu puerta abierta a ellas y ellos SIEMPRE.
Porque quiero que las puertas de las clases desaparezcan para siempre.
Viendo esta imagen, ¿te puedes imaginar, por un momento, ponerle puertas al mar? A ese que nos hace vivir aventuras apasionantes, al mismo que nos invita a buscar el pensamiento y la reflexión sincera, al que nos hace plantearnos tantas cuestiones, el mismo que nos mece porque nos quiere y nos envuelve en un sueño, porque nos necesita. Ese que cuando se enfada no necesita ocultarse tras un tablón rectangular de madera... pues si al mar no hay que ponerle puertas, cuanto menos a nuestros niños, porque el infinito de un horizonte, sólo llega a ser un paseo en sus privilegiadas mentes.No quiero puertas en las aulas porque delimita la luz, la magia, la libertad de pensamientos y porque creo que quienes deben enseñarnos a vivir en la amplitud de miras, son precisamente ellas y ellos. No les hace falta más que dejarles ser niños para que mi pequeña libreta de "chuletillas" se vuelva loca anotando cada detalle que va viendo en cada mañana.
No quiero ni abrir ni cerrar puertas porque según se interprete, me pueden llevar a una nueva oportunidad o no pero esa interpretación es de los mayores. Esa a ellos no les interesa, su inmediatez no se parará NUNCA en ese consuelo que tantas veces empleamos nosotros. Porque ¿quién es quien para negar la oportunidad de perseguir un sueño o un objetivo a ellos ?
Quiero que sólo exista una puerta, el mundo y que en ese mundo, tu y yo, seamos capaces de caminar juntos. Porque hablar de puertas en Educación puede resultar sinónimo de oportunidad de aprendizajes pero el mejor aprendizaje que interiorizan los niños, precisamente no es el de las aulas sino el que llevan a la vida desde las aulas ya que, donde viven es en el mundo.
Si les preguntásemos, ¿crees que querrían llegar a tu aula y abrir la puerta? Precisamente en estos días de reuniones previas con las tutorías, que más de una niña y niño acompaña a sus familias y, desde la libertad que les confiere el ser niños, entran y salen de las aulas porque lo consideran parte de sus vidas, porque te buscan, porque no entienden esos límites absurdos que imponemos.
¿Cuántos factores hacen que una puerta se cierre? El viento, un empujón enérgico, una voz, una manivela, un despiste, un mando...pues bien, imagina que esos motivos los extrapolamos y los llevamos a la vida de un niño:
1- La puerta eres tu y tu apatía
2- La puerta eres tu y tu agrio carácter
3- La puerta es la manipulación de los momentos
4- La puerta es la humillación a "echarles" al pasillo
Si estos y otros tantos motivos se los presentamos, algunas puertas serían la obra de arte más horrenda de cualquier museo. Por el contrario, te encuentras puertas que por lo que desprenden, por lo que infunden y transmiten, es tanto que, lo que no tiene sentido es que esos espacios se delimiten.
¿Acaso te gustaría pensar que esa niña que marchó a secundaria o a la universidad, al pensar en ti lo haga como la puerta que jamás volvería a abrir?
Todo pasa por querer que les quieras, que les necesites como parte de ti y de tu crecimiento, como parte fundamental de tu aprendizaje y desde ahí, irás derribando puertas porque...
"... yo cuando era niño, pensaba que una puerta era la oportunidad de vivir algo pero, resulta que era tímido, introvertido, jamás me atrevía a abrirla..."
"... una vez me cerraron la puerta de clase y jamás quise volver a ella..."
"... cuando llego tarde a clase, la maestra cree que la culpa es mía y la puerta hace de verdugo cuando en realidad, yo ya he pagado una condena ajena a mi..."
¡¡¡ Por favor!!! no se le puede cerrar la puerta a un niño, NUNCA. Vale, los motivos se matizan pero las condenas jamás la superan y si además lo utilizamos como pobre recurso, hasta se lo toman a juego porque son tan grandes que hasta de momentos como esos, logran transformarlo.
Las puertas deberían ser invisibles y aunque acepto que se interpreten como elemento de seguridad, la mayor seguridad en Educación no consiste en cerrar ni en delimitar porque les estaremos convirtiendo en aquello que me resisto a pensar.
¿Que corren? pues claro que tienen que correr
¿Que "molestan"? pues claro que tienen que "molestar"
¿Que no callan? pues claro , haber si nos vamos enterando que nosotras y nosotros, aquí somos actores secundarios.
No quiero puertas en las aulas, un niño no debe esperar a que se abra una para creer que tiene una nueva oportunidad, porque si en verdad actuamos y creemos eso, ¿no crees que la oportunidad quien la tiene verdaderamente eres tu?
Sus vidas no pueden estar sujetas a un abrir y cerrar de puertas y llegados a este punto, cuánta pedagogía barata empleamos cuando se les va un ser querido, cuando se muere alguien. ¿puertas? no gracias, NATURALIDAD toda, si toda, con el mimo más delicado pero naturalidad. Y desde aquí animo a que esta realidad sea abordada como merece, con la importancia y trascendencia de creer que en el campo emocional de un niño, no consiste en abrir y cerrar puertas cuando nos venga en gana.
El compositor y pianista Duke Ellington decía: "Un problema es una oportunidad para que hagas tu mejor esfuerzo".
Es verdad que tras las expresiones de abrir y cerrar puertas, se encierra o se abre todo un lenguaje simbólico pero me aterra pensar que puedan ver en ese "tablón" la negación a cualquier deseo.
Deja tu puerta abierta a ellas y ellos SIEMPRE.
lunes, 3 de septiembre de 2018
VIGÉSIMO CAPÍTULO
VIGÉSIMO CAPÍTULO
Porque quiero que los silencios se entiendan como aprendizajes y no como ausencias.
Tras mucho leer y meditar, después de pensar cómo enfocar este capítulo y sin ánimo de dar lecciones de nada y menos a nadie, llego a la conclusión siguiente:
"El silencio, no existe"
Puedes estar o no de acuerdo y quizá eso sea lo menos importante.
Muchas definiciones sobre el silencio:
"Ausencia total del sonido, abstención de hablar, en el ámbito de la comunicación humana".
Por otra parte se confirma que "el hecho de que exista silencio no implica que no exista comunicación".
"El silencio ayuda a fomentar pausas reflexivas".
También hay quienes postulan la diferencia entre silencios objetivos y subjetivos.
Ni creer ni dar a entender pero, si te paras a ver la imagen, al igual escuchas a ese que, para mi, no existe y no porque yo lo diga sino porque a él no le gusta que así le llamen.
Ayer leyendo, comprobaba que el silencio puede ser la respuesta a una soledad mentirosa y quizá aquí habría que navegar en razonamientos filosóficos o psicológicos pero lo que es verdad es que él, no elige cuando la voluntad de la persona es bien distinta, así como la de un niño.
Caminos llenos de polvo se escriben sobre el silencio pero, mira por favor estos cabellos que ves, no es que renuncien al silencio, no, es todo lo contrario, no bailan hasta que le escuchan, hasta que le ven llegar, hasta que le sienten y su voz les inunda. Pues así pasa con nuestros niños y niñas. Si tu voz les invita, llenarán todo de eso que llamamos silencio para que tu les mires, te acerques, les hables... pero eso, eso hay que ¡¡¡ganárselo!!! y vamos a dejar de poner pretextos porque hasta el mismo silencio te diría que estás errando. El ¡¡¡callaos!!! es el imperativo más maldito para ellos, porque aunque creamos que así evocamos al silencio, lo siento pero nos estamos confundiendo.
Creo en ese momento en el que las miradas llenan todo de palabras repletas de silencio, porque ese nace desde sus miradas para decirnos que con ellas y ellos, no quiere existir, es tan intenso lo que debemos sentir estando junto a ellos, que no le importa apartarse.
De verdad, a lo que llamamos silencio, les llaman casi siempre, momentos de incomprensión o tal vez de duda intimidatoria. No quieren esa voz gritando y pidiendo silencio porque, no lo comprenden, no entienden que pidas algo que tu estás violando, porque les estamos mostrando que lejos de buscarlo, lo rechacen.
Cuando, para mi, ese momento es uno de los más mágicos porque es cuando se les ve en su estado más natural y espontaneo, cuando se sienten cómodos y felices, relajados y llenos de inquietud, cuando cedes tu protagonismo a quienes realmente lo tienen. Cuando verdaderamente estás aprendiendo, porque realmente lo que te llena es lo que te dan.
Alguien escribía sobre el silencio:
Amigo de charlas ocultas,
que callar te mandan, quienes presumen de hablar.
Mi mejor maestro cuando no te entiendo
y compañero cuando les veo reír.
Quiero tu anonimato
porque me enseña
a mirarles desde ti...
A partir de hoy es posible que al silencio le llame "Maestro" porque enseña, acompaña, instruye, muestra, acaricia, te hace gozar, te comprende, te escucha.
Ojalá que si lees estas líneas, te planteen por lo menos que, quienes más tienen que decir no eres ni tu ni yo.
Prueba a llamar al silencio, verás como lo escuchas, verás como ellas y ellos lo ven llegar, por lo tanto... ¿qué es el silencio?
Ha sido un juego, una estrategia de existir o no pero claro que existe el Silencio y el más bello es el que no se impone, el que desde sus ojos te gritan que te quieren, que están disfrutando contigo, que les da igual la etapa en la que se encuentren si tu lenguaje es cercano al de ellos y en tu silencio aprenden a hablar contigo.
Este capítulo es más corto pero no porque acabe aquí, ahora por favor, vuelve a leer esos versos y cuando lo hagas, vuelve a ser aquella niña o niño que fuiste, para buscar a aquel silencio que tantas dudas te dejó sin responder. ¿ Quieres que les pase igual? Pues todo parte por escucharles y respetar sus momentos.
Porque quiero que los silencios se entiendan como aprendizajes y no como ausencias.
Tras mucho leer y meditar, después de pensar cómo enfocar este capítulo y sin ánimo de dar lecciones de nada y menos a nadie, llego a la conclusión siguiente:
"El silencio, no existe"
Puedes estar o no de acuerdo y quizá eso sea lo menos importante.
Muchas definiciones sobre el silencio:
"Ausencia total del sonido, abstención de hablar, en el ámbito de la comunicación humana".
Por otra parte se confirma que "el hecho de que exista silencio no implica que no exista comunicación".
"El silencio ayuda a fomentar pausas reflexivas".
También hay quienes postulan la diferencia entre silencios objetivos y subjetivos.
Ni creer ni dar a entender pero, si te paras a ver la imagen, al igual escuchas a ese que, para mi, no existe y no porque yo lo diga sino porque a él no le gusta que así le llamen.
Ayer leyendo, comprobaba que el silencio puede ser la respuesta a una soledad mentirosa y quizá aquí habría que navegar en razonamientos filosóficos o psicológicos pero lo que es verdad es que él, no elige cuando la voluntad de la persona es bien distinta, así como la de un niño.
Caminos llenos de polvo se escriben sobre el silencio pero, mira por favor estos cabellos que ves, no es que renuncien al silencio, no, es todo lo contrario, no bailan hasta que le escuchan, hasta que le ven llegar, hasta que le sienten y su voz les inunda. Pues así pasa con nuestros niños y niñas. Si tu voz les invita, llenarán todo de eso que llamamos silencio para que tu les mires, te acerques, les hables... pero eso, eso hay que ¡¡¡ganárselo!!! y vamos a dejar de poner pretextos porque hasta el mismo silencio te diría que estás errando. El ¡¡¡callaos!!! es el imperativo más maldito para ellos, porque aunque creamos que así evocamos al silencio, lo siento pero nos estamos confundiendo.
Creo en ese momento en el que las miradas llenan todo de palabras repletas de silencio, porque ese nace desde sus miradas para decirnos que con ellas y ellos, no quiere existir, es tan intenso lo que debemos sentir estando junto a ellos, que no le importa apartarse.
De verdad, a lo que llamamos silencio, les llaman casi siempre, momentos de incomprensión o tal vez de duda intimidatoria. No quieren esa voz gritando y pidiendo silencio porque, no lo comprenden, no entienden que pidas algo que tu estás violando, porque les estamos mostrando que lejos de buscarlo, lo rechacen.
Cuando, para mi, ese momento es uno de los más mágicos porque es cuando se les ve en su estado más natural y espontaneo, cuando se sienten cómodos y felices, relajados y llenos de inquietud, cuando cedes tu protagonismo a quienes realmente lo tienen. Cuando verdaderamente estás aprendiendo, porque realmente lo que te llena es lo que te dan.
Alguien escribía sobre el silencio:
Amigo de charlas ocultas,
que callar te mandan, quienes presumen de hablar.
Mi mejor maestro cuando no te entiendo
y compañero cuando les veo reír.
Quiero tu anonimato
porque me enseña
a mirarles desde ti...
A partir de hoy es posible que al silencio le llame "Maestro" porque enseña, acompaña, instruye, muestra, acaricia, te hace gozar, te comprende, te escucha.
Ojalá que si lees estas líneas, te planteen por lo menos que, quienes más tienen que decir no eres ni tu ni yo.
Prueba a llamar al silencio, verás como lo escuchas, verás como ellas y ellos lo ven llegar, por lo tanto... ¿qué es el silencio?
Ha sido un juego, una estrategia de existir o no pero claro que existe el Silencio y el más bello es el que no se impone, el que desde sus ojos te gritan que te quieren, que están disfrutando contigo, que les da igual la etapa en la que se encuentren si tu lenguaje es cercano al de ellos y en tu silencio aprenden a hablar contigo.
Este capítulo es más corto pero no porque acabe aquí, ahora por favor, vuelve a leer esos versos y cuando lo hagas, vuelve a ser aquella niña o niño que fuiste, para buscar a aquel silencio que tantas dudas te dejó sin responder. ¿ Quieres que les pase igual? Pues todo parte por escucharles y respetar sus momentos.
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