jueves, 26 de abril de 2018

SEMANA DEL LIBRO

Semana, del libro


Pensar en ellas y ellos y todo es fluir hacia el juego.
Hoy en clase, les decía que, quisiera que cuando mis días se gasten, me gustaría hacerlo pensando en cómo continuar jugando. ( ¿Acaso hablar de lo que parece que nadie les habla es de locos?... ya no, ese mundo de a otra cosa mariposa, con ellos no). Y ahora, al patiooooooo.


Hoy hemos abierto cientos de libros, de inquietudes, de verdades o fantasías, de castigos o premios pero sobre todo... hemos abierto la maravilla de observar ojos viéndolos felices.


Tarjetas con más de 100 libros, muchos pertenecientes a la Biblia y otros que no.
Formados en grupos de cinco o seis, a una distancia de donde yo me encontraba, en cada grupo se entregan 15, 20, 25... tarjetas y en cada una, el nombre de un libro y el mensaje es:
- Quierooooo los libros del Antiguo Testamento, del Nuevo, de los que no son de la Biblia (¿ te lo imaginas con las agudas, llanas y esdrújulas, con los números ... con los elementos de la naturaleza, con la clasificación de los adjetivos...?)


Estructuración de información, razonamiento transductivo, memoria lúdica, extrapolar experiencias a otras áreas, capacidad de síntesis, de esquematizar y clasificar.
" La ronda" la logra quien se queda antes sin libros. Si el mensajero me entrega 6 libros y responden a mi petición, todos me los quedo y así les quedan muchos menos, pero si de 8 que me traen, tres responden a mi petición y 5 no, gentilmente se les regala otros 5 libros. Así hasta que en cada grupo les ves razonar, discutir, descubrir, establecer relaciones...
Se oye un biennnnnnn y piernas queriendo acariciar el cielo.


Un grupo se ha quedado sin libros.
Segunda parte. Lluvia de letras y al caer al suelo, se les pide que deben formar el nombre de dos libros de cualquiera de las "tres carpetas" con las que jugamos ( A. Testamento. N. Testamento o Libros que no son de la Biblia)


Libros que tengan un mínimo de seis letras, de cuatro sílabas, de... ¿quién dijo que no atienden o no se enteran? Maldita sea, nuestra OBLIGACIÓN es explicar una y un millón de veces. Motivarles y captar su atención.