Sorpresa. ¿Pero quién sorprende a quién?
La respuesta es bien sencilla. Ellas y ellos.
Esta semana la dinámica giraba en torno a unos vasos de agua
y... naturalmente provocar la necesidad de, sin el sentido de la vista, llenar los vasos lo máximo posible sin que se derrame el agua.
No pueden tener más ayuda que la de ellos mismos. Autocontrol, autoconfianza, búsqueda de recursos, estrategias, ganas de vivir, de arriesgar, de equivocarse, de tocar, de escuchar, de pensar ( esa Inteligencia Intrapersonal... ).
Algunos utilizaban el dedo como boya, alguna niña iba escuchando el agua caer en su vaso y calculaba cuánto le quedaba aún. Otra, con las manos, presionaba el vaso y ... quién soy yo para no aprender de ellos? Es alucinante verles. Hasta se han percatado que la experiencia variaba en base a la botella que les tocase.
Obviamente hubo mares por las mesas pero, repito, REPETIRÉ SIEMPRE, ellos no son los que tienen problemas a la hora de equivocarse.
Incluso se les hace desaparecer un vaso, metiéndolo en el otro, intentando provocar un conflicto pero... nada de nada, cuando uno de ellos, a través del tacto percibe que en su vaso están los dos, rápidamente se lo entrega a su compañero. ¿Competitividad? NOOOOOOOOO. Compañerismo y corazones llenos de entrega SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ
Graaaaciaaasssss niñas y niños. Gracias por permitirme ser un alumno en vuestras clases.
