Porque otra forma de aprender es "JUGANDO"
En esta ocasión, organizados por equipos, tendrán una cuartilla y un lápiz. Todo se inicia con letras que se les irá mostrando de una en una, justo en el momento de ser mostrada, cada equipo deberá establecer relación entre esa letra y algún concepto de nuestra área, la única condición es que dicha palabra debe comenzar por esa letra en cuestión.
Por ejemplo si la letra es la "A" Ambón sería una opción y así es es el desarrollo del juego.
Tendrá cada equipo que escribir dos palabras con dicha letra, para lo cual, se les concede un tiempo oportuno, tras el cual, todo se paraliza. Se inicia el "interrogatorio por equipo diciendo sólo la primera palabra que han escrito, si el resto de equipos o uno al menos, coincide con la misma palabra, esa palabra, automáticamente está pillada, (eliminada, pero transformamos el término para que sea más atractivo) con lo cual, no suman puntos. Si por el contrario, la palabra no la tiene ningún otro equipo, esa palabra equivale a un punto para el equipo.
Así se hará con la segunda palabra de cada equipo, tras la cual, se les vuelve a mostrar otra letra que, o bien puede salir al azar o que sea una letra que "casualmente" pretenda refrescar algún contenido concreto de la unidad.
Es precioso verles buscar estrategias, establecer relación con la letra y cómo enriquecen su vocabulario. Cómo no se conforman con cualquier término, cómo investigan con el propósito de que sus palabras no sean "pilladas".
Da igual la clase que sea, sin ir más lejos, el martes, en la clase de 2º con la letra "C" un equipo tenía escrito "Colosenses" toma yaaaaaaaaa.
En casos como el anterior, si el equipo no sabe explicar el motivo de haber escrito esa palabra, la palabra en cuestión queda desierta, es decir, si algún otro equipo averigua su relación con el área, puede emplearla en rondas sucesivas.
Naturalmente dentro de esta dinámica, uno de los objetivos es la confrontación de ideas, de términos, el saber ceder ante otra palabra que pueda resultar más interesante para el grupo, el aceptar que otro grupo "pille" nuestra palabra porque además, lejos de enfadarse, actúa como estímulo dentro del juego para las siguientes rondas. Cómo se miran, esa complicidad que lejos de enfrentar, les une.
Es un verdadero placer ver con qué predisposición están esperando la explicación de una actividad para, acto seguido, "lanzarse" a ella.
