Metidos de lleno en esta maravillosa emoción, la tarea que tienen delante , aunque pueda resultar casi que ridícula, ¿ cuántas veces te has puesto ante un espejo y has buscado en ti, a Tristeza? ¿ cuántas veces le has escuchado? ¿ en qué momento te has parado a pensar que tiene mucho que aportarte?
...pues eso, que ellas y ellos lo experimenten desde estas edades tempranas, o, ¿ acaso puedes calibrar tu Tristeza como mucho más "triste" que la de uno de nuestros niños o niñas? ¿distintas? pues claro que si pero la dimensión de la tristeza no se corresponde ni se mide por la edad.
De forma voluntaria, van colocándose frente a la clase y entre él o ella y el resto del grupo, un espejo
en el que intentarán descubrir qué es mirarse más allá de los ojos y, en esta ocasión, reflejar su expresión de Tristeza, cuando así se sienten.
Sólo tendrán como soporte una melodía triste,
y, de verdad, parece como que mantienen un diálogo con su tristeza, esa capacidad de introspección, de concentración.
Dinámica que ha resultado difícil de llevar a cabo. Porque parece que les tenemos transmitidos más miedos de los que creemos. Sólo ha hecho falta darles tiempo. Repito, DARLES TIEMPO. Cuando más absortos están, el espejo desciende poco a poco de manera que toda la clase pueda contemplar su rostro,
momento que, previamente se les ha explicado. Llegado ese instante, se muestran impasibles ante el resto del grupo,
es como si Tristeza quisiera saludarles.
Pudiera parecer que alguien llegase a pensar en una situación provocada pero, ellos y ellas hablan de lo que viven, de lo que experimentan, de lo que les emociona, la toxicidad que tenemos los adultos en muchas ocasiones, que sea la lección que jamás aprendan en sus vidas.
Gracias niños y niñas por enseñarme a conocer un poquito mejor a mi "amiga" Tristeza y por compartir la vuestra.
Ojalá los adultos supiéramos mirarnos por dentro como hoy me habéis enseñado.
Y siempre diré que lo mejor se queda en la clase. La magia, la fascinación, el ver la ternura de algún niño y niña pensando en Tristeza, incluso sus lágrimas, ese ambiente sois vosotros y vosotras quienes lo creáis.
PORQUE TRISTEZA TAMBIÉN QUIERE AYUDAROS A CRECER Y A CONOCEROS CADA DÍA MEJOR.
