POEMA A UN AMIGO
A ti, amigo fiel
te pusieron por nombre Libro,
sin consultar; y...
lejos de revelarte
desnudas tu piel
en quien vivir en ti desea.
No conoces noches desiertas
y aún menos, mañanas tardías
porque tu vivir...
A ti, amigo fiel
te pusieron por nombre Libro
y en tu intimidad,
mi vivir, cura y sana.
Recorres el mundo,
desde un mirar apasionante
donde el atardecer de tus capítulos
corren al encuentro de otra madrugada.
A tí, amigo
te pusieron por nombre libro
nadie se paró en tu mirada.
Eres ejemplo de confianza
en la entrega de ideas de otras
en los anhelos de quien no alcanza...
mirarte a los ojos,
acariciar tu cara.
El pasar de hojas sueltas
jamás imaginé ser tu la aventura
de mis tiempos y encuentros,
de mis cobijos y morada.
A ti, amigo fiel
te pusieron por nombre Libro
y...
sólo te imploro una cosa,
no dejes de visitar mi casa.
Encontrado en la libreta vieja de un viejo maestro, en una de sus tardes viejas, donde la ilusión, llamaba a su puerta y la vejez se postraba para hacerle recuperar a ese niño, que sin saberlo, le miraba. Le invitaba a ser viejo y niño en los capítulos que por vivir, aún le quedaban.