Seguimos creciendo en la SOLUCIÓN DE CONFLICTOS.
En esta ocasión nos vamos a la pista, ya es una fiesta. Una cuerda de 45 metros, enrollada y se le entrega a uno de los dos grupos formados en clase, (confieso que los grupos, no están formados al azar) de momento, no saben qué les toca hacer pero, ver sus expresiones al salir, bien merece PENSAR en ellos.
Uno de los dos grupos tiene una cuerda con un grosor menor y con facilidad para extenderla a lo largo de la pista, en cambio la otra cuerda, de mayor grosor y más corta, se les entrega con algunos nudos y más enmarañada....
Aparentemente, la solución más inmediata está en la cuerda más corta, previamente les informo que la cuerda que toca el suelo, significa que ese grupo queda eliminado.
Cuando se les da la señal de inicio, quien más aprende, es un servidor. La inmediatez, no es cosa de niños, es NUESTRA, por consentirla. Se paran a analizar cómo deben hacer para distribuirse las tareas en la dinámica, discuten, cambian, negocian, van creciendo, rectifican y hasta llegan a descubrir que el hecho de poseer la cuerda más corta, no significa que todo sea más sencillo si no existe acuerdo y coordinación. Hasta el punto que, el equipo que primero logra extender su cuerda a lo largo de la pista es el que tiene la cuerda de 45 metros.
Esa imagen, reconozco que no está en el blog porque la explosión de júbilo cuando lo lograron, me hizo ser muy egoísta.
Ver sus caras, bien merece seguir pensando en ellas y ellos.
Importantísimo, al equipo que lo realiza en segundo lugar, es al primero al que, en la reflexión sobre la dinámica, se le otorga la palabra.
Aunque pueda parecer un tópico, cuánto me queda, perdón, nos queda por aprender.
