No pienses que es precipitar, quédate con otro verbo de la misma conjugación, AMAR. Son tantas y tantas horas de no querer dormir ...buscando una solución que, ( cuando uno sabe lo difícil que es estar en este mundo... ¿ rendirme?) cuando uno se para a leer y escuchar, las que se aportan desde arriba, uno prefiere el insomnio a todo lo que le llega.
No puede ser, estamos hablando de los seres más maravillosos de nuestras vidas, nuestras niñas y niños, ahí, repito ahí, no vale experimento. Y ¡¡¡ojo!!! no quisiera estar en la piel de quienes deben adoptar respuestas al inminente inicio de curso. Pero, todo pasa por, el primer paso para la receta mágica en la enseñanza, incremento de plantillas en los centros, a demanda de... no ya del "coronavirus" dichoso, porque, ustedes pueden aprovechar una ocasión única para hacer que Finlandia, se nombre por otros muchos motivos pero NUNCA por una comparación estéril que sólo obedece a ignorantes e interesados. Vuelquen, de verdad, una partida económica para Educación, pero no en tablets que llenará bolsillos de alguna empresa, ¡¡¡NOOOOOOOO!!! en docentes, en PERSONAS, en seres que, en sus vidas, necesiten la sonrisa de una niña y un niño.
Lo tienen en sus manos, si de verdad, la implicación y el compromiso por la Educación, es de esa de la que presumen, es el momento de reducir ratio, de incrementar plantillas, de dar respuesta a la diversidad y a esa utópica escuela inclusiva, de, ni por asomo, pretender eliminar los centros específicos, de ver que la escuela debe mirar a la naturaleza, donde respirar sensaciones, llega a convertirse en un aprendizaje maravilloso y, retomando la receta y para no cansarles, a la vez que, apuntillar que, también es el momento de las madres y padres (aunque ese, siempre lo es):- Incremento de plantillas en base a las demandas de cada centro
- Dejar el reloj de las prisas donde cada momento vivido sea una fiesta
- Olvidarse de una programación exigida porque esa conduce al rechazo de los comensales más exquisitos
- Rechazar las prisas por recuperar, porque, si así "obedeces" estás demostrando que tu capacidad para estar con niñas y niños, es muy, pero que muy cuestionable (¿alguien, de lo vivido anteriormente ha sido capaz de recuperar un sólo instante?)
- Centrar el objetivo prioritario en la consecución de una más que armoniosa capacidad de escucha de cada palabra e inquietud de una niña o un niño
- Tener en el inspector o inspectora, a un ser que, primero, es un compañero, segundo, está a tu servicio (que cada cual lo interprete como desee, pero si amas a las niñas y niños, lo entenderás a la primera) una persona que desea hacer grande a tu cole y si sus prioridades no son esas, que se dedique a otra cosa.
- Aderezar cada momento, en sus miradas, con una sonrisa y no con una maldita amenaza de examen
- Haz que en tu "cocina" se sientan los seres más privilegiados para que, desde la creatividad, sean capaces de elaborar platos que, al igual, desde hace tantos y tantos años, todas las leyes educativas, han ignorado
- Deja tu vida por mirarles, por ayudarles a descubrir que sin ellas y ellos, todo lo que se está viviendo quedaría huérfano de sentido
- Ahora, más que nunca, es el momento de arrancar el curso desde una verdadera educación emocional, centrada en sus vivencias y demandas
- Ahora, en ese horno en el que siempre sientes que falta un ingrediente, quizá sea el momento de reivindicar que, si en este proceso, las niñas y niños son protagonistas, ¿no es necesario que, la evaluación, también la lleven ellas y ellos a cabo? tanto del proceso como de cada persona que con ellos interactúa.
Serían tantos pasos y tantos pasos que, ahora infundir inseguridad y miedos sólo obedece a quienes no saben que una niña y un niño, es "la INVERSIÓN" más maravillosa y segura por la que merece la pena apostar y vivir. De verdad, no es presunción porque si así piensas... al igual nunca has entrado en las cocinas de sus inquietudes y sentimientos.
Siempre se ha escuchado decir que la receta mágica no existe, puede que el motivo sea porque NUNCA se ha tenido en cuenta a las niñas y niños...