Este es Andrés, una PERSONA, alumno de nuestro colegio CEE Antonio Tomillo. Si lo presento así, puede que pensemos en que es Down, que tiene unas características especiales, que... ¡¡¡QUÉ NOOOOOOOOOOOOO!!! que es PERSONA y por cierto, un ser extraordinario con un corazón que encandila.
Testarudo, claro como dicen los manuales, dando respuesta a un Down, pues... ¿ y tu, y yo, no somos personas testarudas en muchas ocasiones?
El tiene un mundo paralelo, un mundo interior que cuando se abstrae, cuánto quisiera aprender de sus momentos pero... ¿y tu, y yo, no tenemos también esos mundos?
Así podría estar hasta aburrirte pero, vaya de antemano el agradecimiento a mi compañera y su tutora Alicia (gracias Preciosa) por facilitarme las imágenes.
Gracias también a su mamá, Silvia por permitirme hablar de él y que se le conozca un poco más (¿más?). Acto seguido, os cuento cómo ayer, me fundí con él en un abrazo que, ya quisieran muchas personas y no por la parte que que toca, lo entiendes perfectamente, ¿verdad? sentir lo que me hizo sentir.
Última hora de la mañana con todo lo que ello conlleva, cansancio, falta de atención... y bla, bla, bla les explico la dinámica a realizar que como ya sabes, es la de "OPORTUNIDAD O PROBLEMA" y llegados al momento de tener que decidir, Andrés fue de los últimos, toda la clase se iba decantando por el "Problema" y al llegar a él, todo cambió, dijo "Oportunidad". Aquí "el maestro entendido" pensó que lo que hacía era llamar la atención. Terminó un compañero diciendo también "Problema" y a continuación, tocaba la parte de argumentar el motivo de cada elección.
Hubo una niña que se quedó muy contrariada pensando que estábamos haciendo algo malo al "desaprovechar" tantos folios porque es no tener consideración con la naturaleza. Y estas palabras no son mías, son de Ella. Algunas otras razones sobre la elección de "Problema" y llegamos a Andrés. Yo, "entendido de mi" le miraba como desafiante y todo fue comenzar a hablar:
- David yo veo una oportunidad muy bonita (¿te imaginas mi expresión?) porque si yo deshago la bola de papel y la plancho en la mesa, puedo hacer un corazón grande para decir cuánto quiero a las personas...
Ahí se acabó todo, me fui a por él, se levantó, vino hacia mi y nos fundimos en un abrazo casi interminable. El resto de la clase ¿qué hizo? pues lo que saben como nadie, escuchar a sus corazones, a sus mentes y ponerse a aplaudir a Andrés.
Y te pido perdón porque te aseguro que lo que sentimos y vivimos ayer, eso, eso si que es hasta el infinito y más allá.
